Sin pretextos, chambea

La mesa se desocupó. Alma Ornelas entra en acción. Con cuidado, levanta los platos sucios y los acomoda en una bandeja, limpia y vuelve a poner todo en orden para los próximos clientes.

Le gusta su trabajo y se ha ganado la confianza y el cariño no solo de sus compañeros, sino de los comensales que acuden al restaurante del Sanborns ubicado en General San Martín y Vallarta.

"Limpio las mesas, me gusta trabajar. Tengo un año trabajando. Me gusta comprar ropa, camisas, tenis", expresó la joven de 28 años, quien tiene síndrome de Down.

Alma rompió todas las barreras. Es una persona productiva, tiene un sueldo, está inscrita en el Seguro Social, tiene vacaciones, aguinaldo y todo lo que dice la ley.

"Le dieron todas las prestaciones como cualquier trabajador", comentó Juan Ornelas, su papá.

Antes de ingresar, a través de Best Buddies, Alma recibió capacitación para el trabajo y fue así como se logró colocar en una de las empresas que colaboran con la organización.

"Se capacitó por un año ocho meses con una beca, le pagaban 8 mil pesos mensuales, cumplió el programa y se presentó la oportunidad de trabajar aquí en Sanborns".

Labora de lunes a sábado. No necesita despertador, se levanta temprano y se alista para iniciar su jornada. Atiende las indicaciones y cada día aprende algo nuevo.

Alma tiene una meta: ascender en su empleo y convertirse en mesera, pero para eso, debe...

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