Preservan imágenes de fotógrafo incógnito

AutorYanireth Israde

El poblano Juan Crisóstomo Méndez (1885-1962) fue un ave rara entre los fotógrafos mexicanos del siglo 20.

Produjo más de 14 mil imágenes, pero sólo expuso un centenar en la primera y única muestra individual que presentó en vida, en 1952. Se conoció, sobre todo, su trabajo relacionado con la arquitectura patrimonial, mientras sus audaces desnudos femeninos de los años 20 y 30, arriesgados para la época y la ciudad fundada por los "ángeles", aparecieron tras su muerte.

La fototeca que lleva su nombre, ubicada en el Centro Histórico de Puebla, prácticamente concluyó la limpieza, estabilización, digitalización e inventario del acervo de Méndez, de quien se han señalado paralelismos, en sus tomas arquitectónicas, con el fotógrafo Guillermo Kahlo, padre de la célebre pintora Frida.

De los 14 mil 500 testimonios del autor resguardados por el espacio, que van de los años 20 a los 60, 14 mil ya finalizaron este proceso de conservación, asesorado y respaldado financieramente desde 2006 por la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI).

Los desnudos disponibles son escasos, alrededor de 100, pues se cree que la familia del creador, antes de entregar al recinto el material, separó esas imágenes de mujeres -más de mil- para venderlas a los anticuarios del Barrio de los Sapos, cuenta el director del lugar, Luis Felipe García.

Buena parte de ellas, indica, forman parte de la colección de Ava Vargas, en la Ciudad de México.

Pedro Ángel Palou Pérez, cronista de Puebla y fundador en 1985 de la fototeca que depende de la Secretaría de Cultura estatal y que se originó precisamente para preservar el archivo de Méndez, refiere que el autor bien pudo adelantarse, en la exploración del cuerpo femenino, a figuras como Edward Weston, Tina Modotti o Antonio Garduño.

García asevera que el artista, reservado en la difusión de su obra -pues la cámara era su afición, no su trabajo-, ha sido el fotógrafo más destacado de Puebla y uno de los más relevantes del País, pero poco se sabe de él.

Aunque la familia de Méndez cedió, junto con el fondo de imágenes, unas ocho libretas y agendas del autor con apuntes, fórmulas y nombres de modelos, el misterio persiste.

"Es una incógnita", dice Palou en el libro Instantes, que recoge varias tomas del poblano, quien además ejerció la pintura.

"Contrario a sus fotografías", sostiene, "prefirió la sombra a la luz".

Dos certámenes biográficos dedicados a él han quedado desiertos. Encontrar un...

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