Presa Iturbide: Práctica directa con la pesca
| Autor | Israel Martínez |
ITURBIDE.- A tan solo una hora del paradero de Cuatro Caminos, por la carretera que va hacia Santa Ana Jilotzingo, se encuentra la Presa de Iturbide, la cual pareciera estar resguardada por montañas llenas de pinos y vegetación, que permiten una vista natural.
El trayecto que inicia en Naucalpan, permite al viajero, observar un panorama completamente distinto a la ciudad conforme sale de esta, ya que los valles verdes, la neblina en las cumbres de las montañas y el frío típico de las regiones altas, dan un toque especial.
Ideal para los que buscan sitios para practicar la pesca deportiva, la presa, con sus más de 10 hectáreas de longitud, atrae tanto a principiantes como a profesionales que desean tener un tiempo de calma para relajarse y correr con la fortuna de pescar una trucha.
Arturo Luna, presidente del club de pesca de Cahuacán, frecuenta una vez a la semana la Presa de Iturbide desde hace 25 años, reconoce que el sitio es perfecto para poder pescar con mosca, un estilo especial que implica crear un propio diseño de insecto como carnada.
"Lo interesante de venir a pescar, es que también se puede reforestar la presa al depositar truchas, alebines o la hueva fertilizada, lo que hacemos es sembrar truchas en ríos, para que no se acaben", aseguró Luna.
El sembrar (como se le llama a la práctica de introducir a la presa) truchas tiene diferentes estilos, explicó, la primera es cuando se adquieren alebines (pequeñas truchas) y se depositan en las presas, en la segunda la hueva fertilizada debe depositarse en una caja y posteriormente en ríos para su desarrollo.
"Aquí se pueden venir a sembrar de 5 a 10 mil alebines, sabiendo que se debe respetar la veda que es del 14 de octubre al 14 de febrero, periodo en donde las truchas desovan", indicó.
Existen truchas en la presa que van de los 150 gramos hasta de dos kilos y medio. La pesca, dijo Luna, es divertirse sin que esto implique el matar al pez, ya que después de que el animal a pescado el anzuelo se pude regresar al agua.
"La razón por la que pesco es porque tengo mayor sensibilidad del animal, es un reto, sientes la lucha entre el pez y tu", aseguró.
El bosque con sus múltiples veredas se presta para que familias enteras caminen y exploren los parajes donde se debe atravesar el río sobre un puente de troncos de madera, que permiten que chicos y grandes aprovechen cada rincón del lugar para convivir.
La oportunidad de concentrarse en la labor que demanda paciencia, hacen que muchos vayan a...
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