Tiempo de Negocios / Bancos prepararían Serpaprosa para la venta; su giro no encaja entre sus prioridades

AutorDarío Celis Estrada

Aún y cuando se han realizado esfuerzos para hacer de Serpaprosa una empresa rentable, la realidad es que el transporte y custodia de valores ya no encaja en las prioridades de los bancos y su quiebra técnica es casi un hecho.

La actual administración de Serpaprosa llegó tarde, ya que la firma no ha podido recuperarse y perdió una participación importante de mercado. Tiene uno de los mayores pasivos fiscales y año con año se incrementan las pérdidas.

A pesar de que paulatinamente su accionar en la ciudad de México se ha normalizado, no repuso el mercado que llegó a tener tras la suspensión temporal de que fue objeto por la SSP del DF. Pero más allá de todo lo anterior están las diferentes visiones que existen entre sus principales accionistas, agrupados en la ABM, que preside Marcos Martínez.

A más de uno le gustaría desprenderse de la compañía que hoy encabeza Andrés Aymes, por diversas razones. La principal es que operan en un régimen que está reservado por ley a las empresas nacionales.

Técnicamente Serpaprosa es extranjera en un 86.89 por ciento. Solamente un 7.75 por ciento es de Banorte, que dirige Luis Peña. Otro remanente de 5.36 por ciento es de un conjunto de bancos mexicanos pequeños.

Santander Serfin tiene un 20.19; Banamex-Citi, de Manuel Medina Mora, cerca del 15; BBVA-Bancomer, de Jaime Guardiola, 11.08; HSBC, de Sandy Flockhart, 10.8; y Scotiabank Inverlat, de Anatol Von Hahn, un 9.82 por ciento.

Además está el socio tecnólogo estadounidense Brinks, con otro 20 por ciento. La Cámara Nacional de la Industria del Autotransporte de Carga, que preside Tirso Martínez, ha venido insistiendo en esa ilegalidad. Esa es quizá la falta más importante y la que tiene en duda a los bancos. Por ello, en términos económicos, a los accionistas les resulta poco estratégico seguir con títulos de una empresa que sale de su foco de negocios.

En el 2002 se intentó desincorporarla. Los banqueros crearon hasta un comité de venta. Por Banamex estaba Lorenzo Peón, por Serfin Carlos González, por Bancomer Richard Greve y por Banorte Manuel Sescosse.

Pero la intención se frustró por el litigio con la SHCP, que está por cumplir una década y que imposibilitó a los accionistas de Serpaprosa. Si no se le da una salida rápida, la compañía puede colapsar sus operaciones. El entonces subsecretario de Ingresos, Francisco Gil Díaz, nunca reconoció el régimen de exención fiscal que Serpaprosa posee. Ahora como Secretario menos lo acepta, aunque ha perdido...

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