Preparan a policías en temas periciales
| Autor | Enrique Morán |
Un cuerpo con una bolsa de plástico amarrada en la cabeza se hallaba recostado sobre un sofá, en la escena del crimen se notaba desorden y en el piso se apreciaban manchas de sangre, este 'crimen' es uno de los retos que deben resolver los agentes de la Policía de Investigación para aprobar uno de los cursos de capacitación que realiza la Procuraduría capitalina.
A manera de un CSI mexicano, peritos, agentes del Ministerio Público y hasta los policías, son constantemente adiestrados para tener conocimientos de ciencias forenses y ser capaces de realizar trabajos de criminalística de campo.
El doctor Xavier Fernando Mungarro Menchaca, profesor e investigador en el área de genética forense en el Instituto de Formación Profesional de la PGJDF, es uno de los instructores de los cursos a los que son impartidos a los funcionarios.
Con doctorado en Ciencias Biomédicas y con una licenciatura en Biología de la UNAM, Mungarro Menchaca hace una recreación de un lugar de los hechos, conocido coloquialmente como escena del crimen, donde los elementos de la Procuraduría realizan sus prácticas de campo.
La intención de estas prácticas es que los policías y agentes del MP que llegen a un lugar de los hechos y se percaten que los indicios de la investigación corren el resgo de desaparecer, ya sea por lluvia u otros factores, tengan la capaicdad para poder recolerctar las muestras de forma adecuada y que sirvan de elementos de prueba jurídica en un proceso.
"Los policías de Investigación están facultados para que cuando el indicio está en peligro de que se pierda ellos pueden recolectarlo", dijo el doctor Mungarro.
"La capacitación no sólo se da a los peritos de campo en criminalística sino también al policía en virtud de que en algún momento vaya a llover o se vaya a derramar algún líquido corrosivo recolecten el indicio para que no se pierda y pueda servir en la investigación".
La genética forense se aplica mayormente en delitos sexuales puesto que en una violación al tratarse de un suceso típicamente violento hay un intercambio entre el violador y la víctima pues el atacante tiene indicios biológicos de la víctima y viceversa.
Los elementos más comunes que pueden hallarse en una víctima de violación y que sirven para la identificación del agresor son el semen, la saliva o los pelos, sin embargo también en las uñas de la víctima se pueden encontrar restos de la piel de su atacante si es que hubo una lucha.
De hecho el laboratorio de la PGJDF está muy...
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