Preocupa el trato a niños inmigrantes

AutorSilvia Garduño

MÉXICO.- Cada día, un promedio de 30 menores centroamericanos indocumentados son repatriados desde México.

El regreso a sus países, luego de intentar llegar a Estados Unidos, está marcado por la incertidumbre: permanecen durante días en albergues -los menos-, o en estaciones migratorias, separos o cárceles, mezclados con adultos.

De acuerdo con denuncias de organizaciones civiles, reciben con frecuencia trato de delincuentes.

Carlos, de 14 años y originario de Honduras, fue detenido hace dos semanas en Veracruz, donde pasó cuatro días en la estación migratoria. Luego fue trasladado a Tapachula, donde permaneció seis días, antes de ser enviado al albergue del DIF para niños migrantes.

"Allá (en la estación) nos daban sopa instantánea, un plátano y un vasito de agua, y ya. Todos dormíamos en un cuarto, en el suelo", relata en el albergue, en el que se encuentra a la espera de ser deportado.

Amet, un hondureño de 17 años, fue registrado como de 19 por los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) que lo detuvieron en la zona de la La Ventosa, en Oaxaca.

"Estuve siete días en una caseta en la que había 20 personas, puros varones (adultos). Dormíamos en el piso, uno tras otro", refiere.

En el 2006, México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua firmaron un memorándum para salvaguardar la integridad de los menores indocumentados.

Pese a los acuerdos, el trato que se les proporciona, una vez capturados, es cuestionado.

En el 2005, en su informe sobre estaciones migratorias, la Comisión Nacional de Derechos Humanos sostuvo que los menores indocumentados son objeto de abusos, debido a que son obligados a permanecer con adultos, no sólo en áreas habilitadas en las estaciones del INM, sino en cárceles y separos de juzgados.

Fabienne Venet, directora de Sin Fronteras, advierte irregularidades.

"Nadie fuera del instituto (INM) tiene acceso para supervisar qué está pasando con esos niños. Hemos tenido reportes de niños que manifestaban que habían sido detenidos y mantenidos en cárceles preventivas", recrimina en entrevista.

Según la activista, no existen mecanismos para detectar los abusos que sufren los menores durante su tránsito por el país; las estaciones migratorias no cuentan con personal capacitado, y la detención viola leyes nacionales e internacionales, en el sentido en que los niños no pueden permanecer en estado de detención.

"Las autoridades los tratan como pequeños delincuentes, y no como un niño que tiene derechos", afirma...

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