Preocupa a ONU robo de uranio

AutorInder Bugarin

REFORMA/ Bélgica

BRUSELAS.- Más de una década después del fin de la Guerra Fría, el futuro del planeta sigue amenazado por la existencia de unas 30 mil armas nucleares, más del 95 por ciento de ellas ocultas en los fortificados arsenales de Estados Unidos y Rusia.

Sin embargo, la amenaza al planeta no termina con los misiles tácticos y estratégicos ya existentes. Las reservas acumuladas de uranio enriquecido, que junto con el plutonio son ingredientes esenciales para la fabricación de armas nucleares, equivalen a mil 843 toneladas, monto suficiente para fabricar más de 130 mil bombas adicionales, de acuerdo con el Institute for Science and International Security (ISIS) en Washington.

El mayor inventario de uranio enriquecido, producido por el hombre en los primeros 50 años de la era nuclear a través de procedimientos de difusión gaseosa o de ultracentrifugación, están en Rusia.

En los 64 sitios de almacenamiento ruso se ocultan unas mil 70 toneladas de uranio enriquecido. A su vez, el Departamento de Energía estadounidense posee cerca de 700 toneladas ocultas en Pudacah, Kentucky; Oak Ridge, Tenne- ssee; y Portsmouth, Ohio.

Fuera de Estados Unidos y Rusia, el uranio existe en cantidades importantes y con fines nucleares en Francia, Reino Unido, China, Israel, India, Paquistán, y posiblemente en Corea del Norte.

De este bloque, los últimos cuatro mantienen sus actividades de enriquecimiento del uranio natural, mientras que el resto decidió poner alto a la fabricación de armas en cumplimiento del Tratado de No Proliferación Nuclear.

Además, hay unas 20 toneladas de uranio enriquecido en almacenes civiles, suficientes para fabricar más de mil bombas nucleares, de acuerdo con el Nuclear Threat Initiative (NTI), organismo independiente establecido en Washington.

El uso de este material está sujeto a salvaguardas internacionales y sólo puede emplearse con fines pacíficos y bajo la estricta supervisión de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

El principal argumento para su transferencia es su aplicación como combustible para los 439 reactores de poder en el mundo, que representan el 16 por ciento de la producción global de electricidad.

En suma, Mohamed ElBaradei, director general de la AIEA, asegura que 40 países pueden hacer una bomba nuclear si lo desean, al tener en operación más de 130 reactores de investigación civil.

De allí que para la agencia de las Naciones Unidas, con sede en Viena, sea una preocupación latente la posibilidad de que las armas o materiales nucleares sean robados de plantas civiles o militares y caigan en manos de...

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