Premia Nobel a la bioquímica

AutorAntimio Cruz

Las proteínas que produce el cuerpo humano pueden ser destruidas por las propias células cuando están defectuosas o generan desórdenes que afectan a la salud. Este descubrimiento, realizado por los científicos israelíes Aaron Ciechanover y Abraham Hershko, junto con el estadounidense Irwin Rose mereció el Premio Nobel de Química 2004, anunciado ayer por la Real Academia Sueca de Ciencias.

El hallazgo, realizado en 1980, fue el primero en detallar los mecanismos con los cuales las células marcan y desintegran a aquellas moléculas sintetizadas en su interior, pero con defectos o mutaciones.

En la década previa al descubrimiento de Ciechanover, Hershko y Rose, varios bioquímicos observaron que las proteínas tienden a desarticularse con el paso del tiempo, pero no se había detallado el proceso de fragmentación.

"Ellos fueron los primeros que identificaron una molécula llamada ubiquitina, que se adhiere a las proteínas defectuosas como si fuera una etiqueta", explica en entrevista Esther López Bayghen, coordinadora académica de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav).

La ubiquitina selecciona a las proteínas que deben ser destruidas con diferentes criterios: que no se hayan terminado de formar, que presenten mutaciones o que se encuentren adheridas a otra proteína.

"Una vez que tienen esa marca, las proteínas defectuosas son transportadas a una zona de la célula llamada proteasoma, dentro de la cual hay enzimas...

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