Pregones / La Cenicienta

Hace algunos años las niñas decentes salían a bailar a las 8 de la noche. Su permiso para regresar a casa era a las 12 como la cenicienta. En algunas ocasiones se les hacía tarde y llegaban a las 12 y media o cuarto para la una. Estas horas eran motivo de fuerte regaño. Después de la 1 ocasionaba además de fuerte reprimenda del papá, el llanto de la madre y castigo. Este iba desde prohibir ver al joven pretendiente por un mes, hasta suspensión de vacaciones a Acapulco en Semana Santa. El padre furibundo vociferaba ¡En mi familia nunca ha habido golfas! Y hasta la afligida madre salía regañada. ¿Cómo has educado a estas niñas? No estamos hablando de familias conservadoras, simplemente así era la familia mexicana. Una gran parte de los lugares de diversión se encontraban en la Zona Rosa. El Fontana Rosa, el Belvedere, el Señorial, el Quid. Como se trataba de un día especial las mujeres corrían al salón de belleza en donde eran torturadas por horas con unos grandes tubos en el pelo. Después casi una hora en un aparato diseñado por Torquemada para secar el cabello con los rulos y posteriormente la peinada con "crepe" que lograba dar volúmenes fantásticos al peinado. Para que durara esta obra artesanal con una bomba como de "Flit" se rociaba la obra de arte con laca. En la tarde se corría al centro en donde pintaban los zapatos de raso del mismo color del vestido. Para ello con semanas de anticipación se había llevado el calzado nuevo y un pedacito de tela del vestido para que el tono fuese idéntico. Sólo se salía los viernes o sábados, pues el resto de la semana la juventud se acostaba a las 9 o 10 de la noche para levantarse tempranito a la escuela. Era impensable que dejaran salir a una joven sola con el novio por lo que tenía que ir acompañada de su hermana, una prima o la amiga más cercana...

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