Prefieren la quietud sobre las aventuras
| Autor | Álvaro González |
Los escritores mexicanos prefieren el sedentarismo al viaje, la realidad a la aventura. Nadie quiere dar la vuelta al mundo en 80 días, viajar al centro de la Tierra, ir a la Luna, hacer crónicas marcianas o imaginar el futuro.
Existen, sí, pero nadie sabe dónde están y a los expertos les cuesta acordarse de alguno de ellos, nombrarlos, citarlos de memoria.
Los escritores mexicanos o tapatíos que abordan la ciencia ficción permanecen quién sabe dónde, quizás buscarlos implique contar una historia fantástica o futurista.
Julio Verne, uno de los principales precursores del género, junto a H.G. Wells, Ray Bradbury e Isaac Asimov, han dejado poca escuela en nuestro País y en la región.
"La primera obra mexicana que posiblemente pueda considerarse ciencia ficción, fue escrita en Mérida en 1773 por un franciscano de nombre Manuel Antonio de Rivas", aseguró el investigador canadiense Ross Larson en un ensayo sobre literatura de ciencia ficción en México, publicado por la revista madrileña Cuadernos Hispanoamericanos.
"A pesar de haber leído a bastantes autores locales, no conozco a uno que siga la línea de Julio Verne", afirmó Marco Aurelio Larios, profesor del Departamento de Estudios Literarios de la UdeG y uno de los pocos en Guadalajara que han abordado el género.
"Sé que por aquí hay algunos a los que les gusta manejar la ciencia ficción o ambientes fantásticos, pero esta experiencia viene más de la literatura fantástica de Borges, de Silvina Ocampo, de Cortázar, de Édgar Allan Poe".
Larios comentó que la ciencia ficción actual tiene nuevos motivos: el cómic y sus ambientes góticos, temas abordados por escritores tapatíos como Luis G. Abadie o Rafael Medina.
"Rafael Medina es siquiatra y entonces él incursiona en el movimiento mental de la realidad y eso ya le da un tono fantástico a buena parte de su escritura", añadió.
Sin embargo, consideró que los intentos son aislados.
"Lo que quiero decir", explicó Larios, "es que de manera decidida yo no veo que sean herederos o continuadores de la obra de Verne".
El escritor tapatío Felipe Garrido, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua compartió esta opinión.
"Si uno piensa en una escuela es que la gente escriba como el autor, yo creo que no. Las técnicas, las formas de armar, los modelos de Julio Verne no tienen seguidores o imitadores", comentó.
Buscando con cuidado, aseguró, se pueden encontrar nombres de gente que ha abordado el tema.
"No son tantos como los gringos, pero son muchos más de...
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