Prefiere Pacheco el anonimato

AutorJulieta Riveroll

El anonimato es un anhelo cada vez más lejano para el escritor José Emilio Pacheco, y ayer lo confirmó durante el homenaje que le rindió la UNAM al darle su nombre al salón de los candiles de Casa de Lago.

"Este año he visto la prueba definitiva de que era otra época, creíamos que la literatura era una cosa de todos, que no había propiedad privada, que uno podía tomar las cosas de donde quisiera.

"En esos años escribí Morirás lejos, y aproveché todo lo que leía y veía. Resulta que ahora ese libro ya no se podría publicar porque habría que pagar derechos de autor y ya no tengo idea de dónde tomé el material. En eso terminó la literatura anónima y colectiva", comentó el poeta.

Pacheco reflexionó sobre este aspecto después de que el escritor Ignacio Solares recordara, durante la ceremonia que se llevó a cabo en el Bosque de Chapultepec, cómo el autor de Las batallas en el desierto prefería no firmar sus columnas periodísticas, bajo la convicción de que importan las cosas y no quiénes las hacen.

"Esas secciones vienen de la tradición de la pobreza en el periodismo mexicano. Tomaban información de los periódicos extranjeros que llegaban a muy poca gente. No podía firmar cosas que no eran mías, sólo les daba un orden y lo hice durante muchos años", admitió.

Para colmo, agregó, la ficticia anécdota una y otra vez repetida en la que supuestamente Pacheco no logró darse a entender con el empleado de un hotel en Madrid al hablar en su "más correcto mexicano", relatada ayer por Margo Glantz, sólo...

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