Prefacio
| Autor | Sergio Aguayo Quezada |
| Páginas | 11-15 |
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PREFACIO
Los documentos son los ladrillos de la historia. Aislados son objetos iner-
tes; cuando se les ordena de acuerdo con una lógica, se transforman en
edi cios cuya rmeza y belleza dependen de las capacidades del arquitecto
y de quienes los usan u observan. Con base en estos conceptos, construí La
transición en México. Una historia documental, 1910-2010.
La idea surgió durante la preparación de otro libro acerca del tránsito
del autoritarismo al tipo de gobierno que tenemos ahora (Vuelta en U. Guía
para entender y reactivar la democracia estancada, Taurus, 2010). En la ela-
boración de este último plasmé mi esfuerzo de las últimas décadas por en-
tender los cambios vividos en México. Acumulé leyes y discursos, artículos y
libros, proclamas y entrevistas. De manera natural empecé a ordenar lo que
tenía y a llenar huecos.
La recopilación de documentos tiene una larga tradición. En todos los
países se hace, y generalmente sirve como material de consulta. Los crite-
rios que tomé en cuenta para la selección son los mismos que han emplea-
do en sus compilaciones Miguel León-Portilla, Alfredo Barrera Vásquez,
Javier Garciadiego, Harry Commager y Milton Cantor.1 Incluí por supuesto
los planes y leyes, pese a ser “documentos de carácter ideal o normativo”,2 y
otras “formas documentales: historias, crónicas, memorias, cartas, textos
jurídicos, actas e informes de gobierno, noticias y comentarios periodísti-
cos, obras losó cas, cientí cas y literarias”.3 También se incluyen algunas
entrevistas que he realizado a varios de los protagonistas de los aconteci-
mientos, las cuales podrían ser el germen de una futura colección de histo-
rias orales (indispensables para temas poco documentados).
Cada colección de documentos se distingue porque el compilador selec-
ciona y ordena el material de acuerdo con su visión de la historia. En mi
caso, la selección dependió de la forma como entiendo el concepto de tran-
sición, que se encuentra detallado en Vuelta en U. Estamos ante un fenóme-
no de extraordinaria complejidad y duración. El punto de inicio lo ubico en
1 Miguel León-Portilla, Alfredo Barrera Vásquez et. al., Historia documental de México,
México, UNAM-Instituto de Investigaciones Históricas, 1974; Javier Garciadiego, La Revolución
Mexicana. Crónicas, documentos, planes y testimonios, México, UNAM, 2005; y Henry Steele
Commager y Milton Cantor, Documents of American History, Nueva Jersey, Prentice Hall, 1988.
2 Garciadiego, op. cit., p. ix.
3 León-Portilla, op. cit., p. xvi.
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