Sin precedentes, cambios en muestra de Zapata

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 13 (EL UNIVERSAL).- La polémica obra del artista Fabián Cháirez, "La Revolución", no será retirada de la muestra "Emiliano. Zapata después de Zapata" que se presenta en el Palacio de Bellas Artes, pero se colocará una cédula informativa con la posición de la familia del caudillo revolucionario y se retirará la publicidad oficial de la exposición con la imagen de la pieza que muestra al General desnudo, con tacones y sombrero rosa. Esta decisión, advierten artistas y críticos de arte, es lamentable, atenta contra la libertad creativa y es una imposición y abuso de poder de la Presidencia de la República.

El martes pasado, organizaciones campesinas tomaron el recinto, exigieron la quema de la pieza de Cháirez y agredieron física y verbalmente a un grupo de jóvenes activistas LGBTI que acudieron al museo a defender la libertad creativa. Al día siguiente, Andrés Manuel López Obrador instruyó a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, que dialogara y consultara a la familia del revolucionario sobre la polémica.

A través de un comunicado, la Secretaría de Cultura y el INBAL, informó que sostuvieron un encuentro con once familiares de Emiliano Zapata, les ofrecieron un recorrido por la muestra y acordaron mantener la pieza y colocar a su lado una cédula informativa con la posición de la familia, donde quedará de manifiesto su desacuerdo con esta interpretación. Además, se acordó retirar de la difusión oficial de la Secretaría de Cultura y del INBAL la publicidad de la obra "La Revolución", pero sí difundirán "por todos los medios a su disposición, la dignidad y el homenaje al General Emiliano Zapata".

El curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), Cuauhtémoc Medina, considera que en los hechos, López Obrador permitió que un tercero, la familia Zapata, reescribiera la exposición. "Es un caso de abuso de poder presidencial que no solamente amenaza las libertades culturales y creativas, además derrumba la estructura de responsabilidades de los funcionarios culturales", indica.

Y añade: "El Presidente desdijo la intervención de la directora del INBAL que actuó institucionalmente de manera correcta; le ordenó a la secretaria de Cultura que abusara de su poder para convertirse en una moderadora y que violentara la integridad de la exposición, y luego validó que un tercero reescriba la exposición".

El también historiador del arte analiza las implicaciones del hecho: "Lo que hizo el Presidente abre...

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