Praxis criminológica

AutorMa. Consuelo Rosillo Garfias
CargoEs egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro
Praxis criminológica
Ma. Consuelo Rosillo Garfias
Es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro. En el poder
Judicial, se ha desempeñado como Secretaria Auxiliar de Acuerdos en la Mesa Penal; Secretaria
Proyectista de Segunda Instancia en la Sala Penal; ha sido titular de la Dirección de Servicio Social,
así como de la Dirección de Orientación y Servicio a la Ciudadanía, Juez Primero y Quinto Penal
de éste Distrito Judicial, Juez Mixto de Tolimán Querétaro, Juez Segundo del Distrito Judicial de
San Juan del Río, Querétaro y actualmente se desempeña como Juez Sexto Penal de éste Distrito
Judicial. Dentro del poder ejecutivo, fungió como Presidente del Consejo Para Menores Infractores.
En la docencia, se ha desempeñado como maestra de la materia de Sociología Jurídica, Deontología
Criminológica e Historia de la Criminología, Penología y delitos en particular en la Facultad de
Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro. Docente el la Universidad Marista en el nivel
Postgrado.
1.1. Situacion actual del ejercicio de la criminologia.
En la criminología se descubre al hombre como creación imperfecta única e irrepetible, como misterio de
vida.
La criminológica es un saber humanístico, el cual pretende lograr que "... A la espada de la justicia más
que darle filo quitárselo; más que herir, curar: esta es la pretensión de la criminología..."1 al evocar las
palabras de los clásicos -Cesar Becaria y Cesar Lombroso- dijo: "El primero en sus días, cuando todo era
arbitrario, dice al hombre: conoce la justicia. El segundo, en su tiempo, cuando triunfa la rigidez, el
convencionalismo, las formulas jurídicas clásicas, dice a la justicia: conoce al hombre..." 2 . Ya creamos
un derecho, que permite la convivencia humana y la exigencia del respeto al mismo por medio de la
coacción legitima, ejercida por el Estado, en base a reglas que impidan la violación de los derechos
humanos y ya conocemos al hombre, ese hombre que infringe la norma; pero... ¿al profesional rector de
esta erudición lo hemos preparado para conocer al hombre desde el punto de vista criminológico?
Trataremos a continuación de afrontar el enigma.
Resulta incuestionable que al hablar del estado actual de la criminología, en su ejercicio devenga
necesariamente pensar en cambios importantes. Al mencionar la actualidad de la criminología como
ejercicio profesional me refiero al entorno en el que se desenvuelve y aglutina este, relativo a las
diferentes conductas del hombre en circunstancias especiales; realidad que presenta gravísimas
deficiencias. La Criminología es la verdadera protagonista de las mismas, con todo lo que ella implica.
Entre otras deficiencias se encuentran, la contaminación en los CRESOS3, cifras negras no identificadas,
continuo incremento poblacional e incidencias delictivas que dificultan la relación del hombre con el
hombre. En suma, un sin fin de patologías del ser humano se relacionan con el negativo o nulo impacto de
la criminología.
Al hablar de los Centros de Readaptación Social, debemos destacar que constituye espacios delimitados
para seres humanos en circunstancias especiales; espacio en el que se ha de morar cuando infringe la
norma, cuando son considerados como desviados sociales es decir cuando sociedad decide apartarlos del
conglomerado a efecto de que se readapten y no lesionen el estado derecho. Ahí habitan múltiples
infractores. Ambientes de este tipo son fuente continúa de contaminación.
Los CERESOS, son lugares en los que los ingresados se encuentran con otras desviaciones, además de la
que los ha obligado a arribar ahí. Por otro lado, un CERESO es un espacio tan particular tiende a
explicarse como anónimo a nuestros seres más cercanos, es decir como queriendo ignorar el espacio, dado
que se ven a si mismos como personas "enfermas". El personal penitenciario dispone de poco tiempo para
una atención sosegada, todos requieren ser atendidos, generalmente es insuficiente el personal, los
espacios son fríos y no muy funcionales.
Frecuentemente son instalaciones descuidadas por la propia naturaleza del lugar y todos requieren de
atención aun aquellos que muestran actitudes aparentemente apáticas. Espacio que lejos de motivar a los
individuos, genera poco ánimo y mucha depresión. Para colmo las medidas de prevención al interior, a
efecto de evitar la contaminación penitenciaria resultan totalmente ineficaces, y las intervenciones

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