Un pozole retador

Los Tolucos, ubicados en la Colonia Algarín, cerca del Metro Lázaro Cárdenas, se han convertido en un referente del lugar.

Iniciaron vendiendo carnitas, todavía lo hacen, pero lo que los ha vuelto famosos es el pozole.

"Es raro, porque el negocio se llama Los Tolucos, pero mi papá era de Toluca y mi mamá, de Guerrero, pero fue tanta, ahora sí que la demanda, que ahora el pozole es más famoso que las carnitas.

"Nosotros trabajamos todavía el pozole como lo hacían los abuelitos: lo precocemos, lo descabezamos nosotros y luego ya lo cocemos. En nuestro pozole tenemos tanto el blanco, como el verde con la pepita, la pepita de la calabaza lo que le ha de dar el sabor al pozole verde, que normalmente puede ser un mole, pero más aguado", explica Jorge Loza, hijo de los fundadores.

No sólo es el color, el pozole verde aquí puede servirse al puro estilo guerrerense, una bomba para los que no están acostumbrados. Así que agárrense:

Primero se sirve un huevo crudo en el plato, luego el pozole verde, carne de cerdo, chile en polvo, orégano, cebolla, chicharrón, un pedazo de sardina y aguacate.

Claro que si no están acostumbrado a todos esos ingredientes en un pozole, pues ya lo pides a tu gusto. Pero como aquí se trata de satisfacer estómagos de grueso calibre, todo pozole debe ser antecedido por una rigurosa botana, como taquitos de queso o las ya también tradicionales chalupitas guerrerenses.

"Son unas tostaditas que les vamos a poner carne de cerdo, la orden es de tres, y enseguida le vamos a poner el...

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