Posguerras Balcánicas: Racak, la matanza que desencadenó una guerra

AutorJosé Comas

El sábado 16 de enero de 1999, a primera hora de la mañana, llegaron a la aldea de Racak, 25 kilómetros al sureste de Pristina, los primeros equipos de la Misión de Verificación para Kosovo de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Se encontraron con un cuadro de horror. Esparcidos por los alrededores se hallaban 23 cuerpos de hombres de varias edades, muchos de ellos víctimas de disparos efectuados desde corta distancia, de frente, por la espalda y en la cabeza. Tres hombres muertos de disparos con indicios de haber sido realizados mientras las víctimas huían. Uno yacía fuera de su casa, sin que se encontrase la cabeza en su cercanía. Otro estaba decapitado con la carne de la cabeza arrancada. Una mujer muerta por disparos en la espalda. Un niño de 12 años muerto de un disparo en el cuello.

Las fotos de Racak dieron la vuelta al mundo. Tan sólo 68 días después de la matanza, las bombas empezaron a caer sobre Yugoslavia. Los bombardeos se prolongaron durante 78 días, en la primera guerra en la historia de la OTAN.

En plena canícula veraniega, bajo un sol aplastante, hoy cuesta trabajo imaginarse que esa aldea de unas 200 casas, muchas de ellas flamantes y con el aspecto inequívoco de su reciente reconstrucción, hubiese sido el escenario del horror tres años y medio atrás. Un cementerio en una loma desde la que se domina Racak, donde se alinean unas 50 tumbas con coronas de flores, ofrece un testimonio mudo de la matanza. Sólo el trinar de los pájaros y esporádicos 'kikirikís' de los gallos, abajo en el pueblo, rompen el silencio del mediodía de verano. Pero basta con descender del cementerio y adentrarse por las calles de Racak para encontrarse con testigos que sí hablan y recuerdan aquel día del horror.

Bilall Avdiu es un albanés de 54 años, padre de cinco hijos, entre 9 y 19 años, que se gana la vida vendiendo madera que recoge en el bosque. Avdiu lleva 25 años sin trabajo, sólo tiene tres años de escuela y no sabe escribir. En la pared de su casa cuelga un cuadro de Adem Jashari, el legendario héroe popular de los albaneses de Kosovo que en 1998 murió con toda su familia en su casa frente al cerco de los policías y paramilitares serbios. Avdiu y otros cinco vecinos de Racak testificaron en La Haya en contra del ex Presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic, procesado ante el Tribunal Penal Internacional para los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia, que le juzga por crímenes de guerra, contra la...

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