Ponzoña al acecho

AutorFernanda Carapia

Las picaduras y mordeduras de animales de ponzoña son más comunes de lo que imagina.

En el Centro Regional de Información y Atención Toxicológica (CRIAT) de la Cruz Verde de Guadalajara, se han atendido 2 mil 976 casos de ataques de animales de ponzoña, de las cuales, 2 mil 110 fueron sólo de alacrán.

"El más frecuente es el alacrán, por la zona geográfica en la que nos encontramos, en Jalisco hay varias especies de alacranes que son muy comunes y que se encuentran en la Ciudad, el Barrio de Analco es una zona endémica de algunas especies", explicó el coordinador del CRIAT, Emmanuel Hernández Vázquez.

Aunque el alacrán es el que más pica, en cuanto a gravedad y afectación son las serpientes las más letales, principalmente la mordedura de la coralillo.

"Es de los envenenamientos más letales, afortunadamente son los menos frecuentes y la naturaleza de la especie hace que sea muy evasiva y tiende a huir, a diferencia de los crótalos, que son las serpientes de cascabel, esas no huyen, esas avisan", destacó.

De acuerdo con las estadísticas del CRIAT, se han atendido 18 envenenamientos por mordeduras de víbora de cascabel y una por coralillo.

Vázquez destacó que se tienen 346 atenciones por mordedura de araña, la más común es la capulina o viuda negra, aunque también se presentan ataques de la llamada violinista.

"La viuda negra es una especie más endémica en la Ciudad que por sus características no se retira ante la presencia de movimiento o vibraciones, sin embargo, también se tiene presencia de la violinista o reclusa. Ambas son bastantes peligrosas, aunque los acercamientos son poco frecuentes".

El galeno comentó que la población afectada es de todas las edades y las picaduras o mordeduras se dan, principalmente, al tener encuentros accidentales con las especies.

"Donde sí tiene qué ver la edad, es en la susceptibilidad, los niños son mucho más susceptibles a sufrir envenenamiento porque tienen un organismo distinto al adulto, una menor resistencia al efecto del veneno y obviamente se necesita menos cantidad de veneno para hacerle daño".

Además, agregó, su manejo también es más difícil, debido al daño que puede tener.

"Por ejemplo, a una persona que tiene una intoxicación o envenenamiento por picadura de alacrán, con uno o dos antídotos se pueden controlar los síntomas, pero en los niños tenemos reportados hasta 100 o 150 antídotos".

Los casos mencionados por Vázquez son exclusivamente los que llegan al Centro, ubicado en la Cruz Verde...

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