Ponen reos ingenio para beber alcohol

El ingenio de los presos de las cárceles capitalinas no tiene límites si se trata de conseguir un poco de alcohol, pues de manera clandestina elaboran brebajes rústicos conocidos en prisión como tepaches o pulques.

En el fondo de una cubeta ponen un poco de arroz o maíz y arriba fruta o vegetales machacados y lo cubren para que en unos días inicie su proceso de descomposición.

"Para destilarlo se pone a hervir y el vapor se pasa por una manguera, algunos con más experiencia tienen una espiral metálica unida a la manguera y metida en agua fría.

"El líquido que se obtiene tiene cierto grado de alcohol", explicó Eleazar Guzmán, un interno del Reclusorio Norte.

A esos preparados les añaden algunas gotas de amoniaco y generalmente una pastilla de droga conocida como 542 , que le da el toque a sus "pulques" o "tepaches".

Dentro de la prisión por lo general estas bebidas no se comercializan, pues son para consumo personal, aunque en caso de venta un litro puede llegar a costar 50 pesos.

De acuerdo con el Reglamento de los Centros de Prevención y Readaptación Social, está prohibido el ingreso de frutas como la piña, la naranja, las guayabas, el tamarindo, la manzana, en general las de fácil fermentación.

En lo que va del año, en las cárceles del DF se han realizado 28 decomisos de líquidos de fruta fermentada y botellas de diversos licores.

La doctora Consuelo Vásquez, directora del Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial, explicó que esos fermentados tienen pocos grados de alcohol, aunque se potencializan con las pastillas sicotrópicas.

Afirmó que se necesitaría una ingesta constante y en grandes cantidades para causar daños mayores a la salud del consumidor.

"Hasta el momento no tenemos registro alguno sobre daños causados por estas bebidas que están prohibidas y que se elaboran en bajas cantidades de manera clandestina", indicó Vásquez.

El ingreso de alcohol

En bolsas de plástico, en envases de enjuague bucal o disfrazado de refresco es como ingresa el alcohol a las cárceles.

Meter bebidas alcohólicas de marcas prestigiadas, comentan algunos reos, es relativamente fácil si se cuenta con la complicidad de custodios y personal de seguridad.

Las botellas de refresco de cola, manzana y limón, señalan, son ideales para introducir ron, brandy y "cubas" ya preparadas.

En el interior, el alcohol se cotiza hasta tres veces su valor comercial en la calle, así, una botella de tequila de aproximadamente 100 pesos se vende en 300 y hasta 400 pesos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR