Ponen manos a la obra

AutorREFORMA - Staff

Los avances tecnológicos y el desarrollo de esquemas de seguridad permiten que la minería no sea una actividad excluyente para las mujeres.

En la actualidad hay mujeres trabajando incluso dentro de las minas, un lugar que por años fue exclusivo para hombres.

De hecho, cada vez más chicas se matriculan en la universidad en carreras relacionadas con la minería.

Gabriel Ramírez Figueroa, coordinador de la carrera de Ingeniería en Minas y Metalurgia de la UNAM, detalló que actualmente cerca del 20 por ciento de los estudiantes son mujeres.

Las egresadas, agregó, han logrado colocarse dentro de la industria minera en puestos de planeación, ingeniería y supervisión.

Expuso que la razón por la que las mujeres no tenían acceso a las minas era cultural, pero no existe ningún impedimento técnico o físico.

Se ponen el overol

En Primero Empresa Minera, una firma ubicada en Tlayoltita, Durango, incorporaron la mano femenina dentro de la mina desde hace 16 años.

José Luis Ramírez Díaz, encargado de Recursos Humanos, dijo que se trata de una mina que depende de la comunidad y viceversa.

En la población muchas mujeres solteras que necesitaban sustento no encontraban otra fuente de empleo, por lo que hicieron a un lado los estereotipos y se pusieron el overol.

Según Ramírez Díaz desde que cruzaron la puerta de la mina, el número de mujeres ha ido en aumento. Actualmente representan el 18 por ciento del total de su planta laboral.

El directivo relató que cuando comenzó este programa de inclusión, las mujeres recibían previamente un curso introductorio a la mina y su funcionamiento.

Sin embargo, en la actualidad, la mayor parte de la capacitación se da dentro del trabajo, indistintamente del género, todos los trabajadores comienzan como peones y van subiendo en el escalafón conforme desarrollan sus habilidades, agregó.

En un periodo de unos 4 meses, añadió, los trabajadores aprenden mecánica básica y posteriormente a operar el equipo.

Asimismo se diseñó ropa de trabajo especial para ellas, que se fabrica en talleres dentro de la misma comunidad.

A decir de Ramírez Díaz, la presencia de mujeres en la mina ha contribuido a incrementar la productividad.

"La mujer es un poco más responsable y también motiva a los hombres a ser iguales o mejores", afirmó.

Estas acciones les ha permitido generar empatía y un apego de los habitantes de Tlayoltita hacia la empresa, lo que garantiza la prevalencia de la mina.

Capacidades diferentes

Por otra parte, las personas...

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