Ponen a Hitler a llorar

AutorYaotzin Botello

MURAL / Especial

BERLÍN.- La tarde de ayer fue presentada al público alemán una nueva cara de Hitler con el estreno de La Caída (Der Untergang, 2004), una película que retrata sus últimos 12 días en Berlín.

La película del director Oliver Hirschbiegel (Das Experiment, 2001) ha estado levantando polémica en Alemania porque por primera vez se presenta en la pantalla grande a un dictador más "humano", alguien que además de gritar como loco tiene la capacidad de reconocer sus errores, condecorar, llevarse la cuchara a la boca con su mal de parkinson e, incluso, llorar.

"Se rompen algunos tabúes al mostrar esta película porque Hitler ha sido un antitema, porque se habla de él, pero no se menciona el Holocausto y porque se lo trata como a una especie de Mesías", comentó en entrevista el historiador de cine, Rolf Giesen.

Sin embargo, el actor que revive a Hitler, el suizo Bruno Ganz, ha declarado a la prensa que teme empezar a ser confundido con su papel.

Ganz reconoció que es muy difícil actuar a alguien que es conocido como un asesino.

En La Caída, Hitler pasa sus últimos 12 días en su búnker delineando las que serían las últimas estrategias para desplegar los Frentes del Este y tratar de detener el ataque de los rusos en 1945, pero empieza a tener cada vez más rabia por las traiciones de algunos de sus generales que querían rendirse, hasta que decide suicidarse.

Entre las escenas donde sobresale el estereotipo de un Hitler que grita hasta despeinarse, hay momentos que muestran a un dictador encorvado y débil, aquejado además por la enfermedad.

"Siento que la actuación de Bruno Ganz lo muestra fielmente y siento que está en el límite porque de repente podría ser una parodia más como la que hizo Charles Chaplin en El Dictador, como que podrías no creerlo, pero se queda en el límite de la fidelidad", dijo el estudiante Robert Fricke, uno de los espectadores en ver la primera función.

La producción está basada en los libros Hitler, de Joachim Fest, y Hasta el último momento, de la que fue secretaria del dictador, Traudl Junge, pero en la pantalla grande se exageró el lado humano del líder.

"En esto no estoy de acuerdo con el director: la escena con la que abre es cuando Hitler contrata a su secretaria. Ella...

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