Ponen buen ejemplo

ANDREA, EDUARDO Y Brian tienen dos cosas en común: padecen algún tipo de discapacidad y son ejemplo de que ello no es un impedimento para destacar en la vida por medio del estudio.

Andrea Cuevas padece parálisis cerebral infantil y desde hace ocho semestres cursa la carrera de Psicología en la Universidad del Valle de México campus Lomas Verdes.

"Tengo un daño en la corteza cerebral motora que me impide hacer movimientos, si quiero mover un brazo a veces no me responde", señaló la joven de 23 años de edad.

Sus padres, su hermana gemela y su abuela materna fueron quienes la impulsaron a estudiar, al igual que los maestros de su anterior escuela.

Ahora, con un promedio de 88, no sólo está a punto de graduarse, sino también imparte pláticas a sus compañeros sobre su discapacidad.

Entre sus planes está cursar una maestría y enfocarse en terapias a familiares de personas con capacidades diferentes.

"Me gustaría la familia en sí porque muchas veces sólo se le dedica al paciente; es importante que la familia vaya aceptando que hay diferentes situaciones y que por algo les tocó y depende de ellos salir adelante", señaló.

Eduardo Ávila, por su parte, fue diagnosticado hace 6 años con nistagmus -movimiento involuntario del ojo-, daño en el nervio óptico, astigmatismo e hipermetropía.

"Cuando era niño sí fue difícil, era torpe, no hacía una en deportes de balón; en la secundaria y prepa también fue difícil, obviamente con el bulliyng.

"En clase prefiero que los profesores no sepan.

Te tienen compasión, sino hasta siento que lástima y no me gusta", aseguró Ávila, de 27 años y quien cursa la maestría en Administración Pública en la Anáhuac.

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