Pone narrativa a persecución

AutorJonathan Lomelí

El capitán Luis de la Barreda Moreno, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad durante la llamada Guerra Sucia de los años 60 y 70, permanecía escondido a mediados del 2006 en algún punto lejano de una montaña de México.

Huía de las órdenes de aprehensión giradas en su contra por la Fiscalía Especial creada en 2002 por el Gobierno foxista para castigar a los culpables de decenas de muertes y desaparecidos durante el 2 de octubre de 1968 y otras fechas similares.

Su hijo y defensor legal, el académico y doctor en derecho Luis de la Barreda Solórzano, narra en el libro El Pequeño Inquisidor. Crónica de una Infamia (Océano, 2008), el hostigamiento de que fue objeto su padre sin que nunca se presentaran pruebas contundentes.

Pese a haber recibido 10 acusaciones por delitos como homicidio, genocidio y desapariciones forzadas, la Fiscalía encabezada por Ignacio Carrillo Prieto nunca pudo comprobar la culpabilidad del ex militar De la Barreda Moreno.

"Es una crónica en la que refiero la persecución obsesiva de que fue objeto el capitán Luis de la Barreda Moreno, mi padre, por parte del fiscal especial que no ahorró ninguna falsedad, ninguna vileza para lograr que mi padre fuera encarcelado", manifestó el autor en entrevista telefónica.

"Mi padre fue el principal chivo expiatorio del Fiscal, ningún otro ex funcionario fue objeto de tal número de acusaciones".

Investigador nacional y miembro de la Academia...

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