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Pone fin al chupe

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Vincent

Ignacio Ambriz se siente raro cuando alguien se atreve a darle formalidad a una conversación, de inmediato sonríe y pide que le digan Nacho.

"Que mala cara viste, soy Nacho, me gusta que me digan Nacho", afirma el DT que impuso una nueva marca de 11 victorias al hilo con el León.

Pero detrás de esta hazaña hay una historia de vida que se ha convertido en un ejemplo a seguir para los futbolistas que pierden la brújula por la fama y el dinero.

LA CAÍDA

Nacho dio sus primeros pasos en Culhuacán, Iztapalapa, y tuvo que decidir entre el balón o los amigos que lo invitaban a probar alcohol y drogas, a vivir la adolescencia a mil por hora.

Con la ilusión de llegar a ser profesional Ambriz dedicó su tiempo a educar la pierna y a los 23 años debutó en el Máximo Circuito con el Necaxa, que dirigido por Manuel Lapuente, logró dos campeonatos en las temporadas 1994-95 y 1995-96.

El dinero le llegaba a manos llenas, amigos de ocasión, fiestas al por mayor, y por supuesto el alcohol y las drogas para mantenerlo despierto, alerta, para que no faltara a los entrenamientos.

Para Ambriz no había nada de malo en la convivencia, en gozar de lo que ganaba, en acabar con las carencias del pasado y darle la bienvenida a todos los excesos.

TOCAR FONDO

A Nacho se le hizo costumbre llegar a los entrenamientos con los estragos de la fiesta y del alcohol que comenzaba a dominarlo. Fue Lapuente el primero que se atrevió a sentarlo y hablarle de lo que veía.

"Manolo, se acercó como amigo antes que entrenador, ahora no tengo empacho en reconocer que tuve problemas con el alcohol y las drogas. Esa vez me dijo: 'Nacho tú tienes un problema, si quieres te llevo a una granja", recordó y fue hasta ese momento cuando se dio cuenta de la gravedad.

Nacho se acercó a Dios, comenzó a tomar fuerza de su fe para salir adelante, para rescatar a su familia y así poder enderezar el rumbo.

VER LA LUZ

Tras retirarse como jugador en el 2003 debutó como entrenador dirigiendo al Puebla, al que salvó del descenso y hasta le quedó a deber Francisco Bernat parte de su salario.

Jorge Vergara le dio la oportunidad de dirigir a las Chivas por un breve lapso. Dirigió al Querétaro de Amado...

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