Pon en forma a tu memoria
| Autor | Nelly Martínez |
Tenis, pants, mancuernas, toalla y la botella de agua. Todo listo para ejercitar tu cuerpo. Pero ¿y tu mente?
Muchas personas se preocupan por mantener su cuerpo en forma y retardar los efectos del envejecimiento, pero olvidan algo: la mente también puede cuidarse y de la misma forma, con una sana alimentación y ejercicio.
Los expertos recalcan la necesidad de mantener la mente activa, esencialmente porque la esperanza de vida ha aumentado entre la población.
Aunque a nivel nacional la cifra es de 76 años para mujeres y 74 para hombres, Ricardo Salinas Martínez, jefe de Geriatría del Hospital Universitario, estima que en Nuevo León estos valores son de 86 y 84, respectivamente.
El origen de los olvidos
En una investigación realizada entre 10 mil jubilados, dijo Salinas Martínez, se encontró que al superar los 85 años de edad, más del 50 por ciento de la personas tiene trastornos de la memoria.
Esta disminución natural de la memoria empieza a manifestarse alrededor de los 60 años, aunque en casos tempranos puede ocurrir a partir los 40, explica Salinas Martínez.
Puede haber dos grandes orígenes para tener problemas de memoria antes de la tercera edad: el orgánico y el psicológico, explica el psicoterapeuta Jesús Garza, titular del Comité de Educación Médica Continua del Hospital San José y ex director de la Facultad de Psicología de la UANL.
El factor orgánico se da por herencia genética, por recibir golpes en la cabeza o a partir del uso de drogas o alcohol.
En ese mismo renglón, otros factores de riesgo son el sobrepeso y obesidad, el tabaquismo, sedentarismo y diabetes, pues deterioran el sistema vascular y repercuten en el funcionamiento del cerebro, indica David Saucedo, jefe de enseñanza del Hospital Psiquiátrico estatal y psicogeriatra docente de la Escuela de Medicina Ignacio A. Santos del Tec de Monterrey.
"Si tuviste un estilo de vida muy sobrecargado en estos excesos, entonces va a haber una consecuencia", advierte Saucedo.
En el factor psicológico, la angustia por problemas como la inseguridad o la crisis económica, la depresión y el estrés, aderezados con la falta de sueño, pueden "disfrazarse" como un problema de memoria y ocasionar olvidos por la falta de atención, ya que los recuerdos no se quedan bien guardados en la mente o no se puede volver a ellos con facilidad.
Y aunque olvidar dónde dejaste las llaves o el celular de vez en cuando es bastante común, si tienes olvidos que empiezan a ser repetitivos y, sobre todo...
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