DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Tres mentiras

AutorCatón

Después de un par de años de divorciados, aquel hombre encontró a su ex esposa en una playa. "¡Hola, Iglucia! -la saludó amistosamente-. Me da mucho gusto verte. ¿Con quién vienes?". "Con unas amigas", respondió ella secamente. "Ah, vaya -dijo el tipo-. Entonces no vienes acompañada. ¿Qué te parece si para celebrar nuestro encuentro cenamos juntos, nos tomamos una copa y luego vamos a mi cuarto y te hago el amor?". "¡Sobre mi cadáver!", replicó ella, enojada. "Está bien -aceptó el tipo-. Así te lo hice siempre"... A la granja que estaba en las orillas de la ciudad llegó un nuevo gallo proveniente de un rancho. Una gallinita le advirtió a otra: "No vayas a dejar que te pise ese gallo". "¿Por qué? -preguntó ésta-. Se ve muy fuerte, y guapo". "Sí -reconoció la primera-. Pero es de rancho. ¿Te gustará andar por ahí poniendo huevos rancheros?"... Llegó el viajero a un pueblo de mala muerte y le pidió a un taxista: "Lléveme al mejor hotel". "No puedo", respondió el sujeto. "¿Por qué?", se extrañó el forastero. Contestó el taxista: "Porque va a decir que soy un mentiroso"... El nuevo párroco del pueblo se topó en la calle con el ricachón del pueblo. "¿Cómo le va, don Poseidón? -lo saludó-. Me ha alegrado mucho verlo en misa los últimos domingos, pues supe que ya no acostumbraba ir. Su asistencia ¿se debe a mis sermones?". "No -respondió, hosco, don Poseidón-. Se debe a los de mi mujer"... El granjero fue con su pequeño hijo a la feria del pueblo a comprar una vaca. Para examinarla le frotó las ubres vigorosamente. El niño le preguntó, curioso: "¿Por qué haces eso?". Contestó el hombre: "Para saber si está sana. Sin hacer esto no la puedo comprar". "Caramba -se preocupó el chiquillo-. Entonces el vecino quiere comprar a mi mamá"... Cierto sujeto tuvo en el bar una conversación con amigos que lo aconsejaron mal. Movido por aquella insana plática llegó a su casa, se plantó frente a su esposa y le dijo con tono enérgico y fiera determinación: "¡Esto se acabó, Gorgona! ¡De ahora en adelante yo seré el jefe de esta casa! ¡En todo se hará mi voluntad! ¡Si quiero un whisky tú me lo servirás! ¡Si tengo antojo de crepas tú me las cocinarás! ¡Si quiero un baño de tina con burbujas tú me lo prepararás! ¡Si necesito un masaje en los pies tú...

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