DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / De suerte

AutorCatón

El marido llegó a su casa cuando no era esperado y encontró a su mujer en trance de fornicación con un sujeto. "¡Ah! -le gritó el coronado esposo al individuo en paroxismo rábido-. ¡Esto me lo va usted a pagar!" "¡De ninguna manera, señor mío! -protestó el lúbrico amador-. Estoy abonado con su esposa, y ya le tengo pagado todo el año". (Nota: la señora solía hacer un descuento por pago anticipado)... Simpliciano, joven candoroso, casó con Pirulina. Al regreso del viaje nupcial el recién desposado le comentó a un amigo: "Creo que mi mujer tiene un pasado". "¿Por qué piensas eso?" -quiso saber el amigo. Responde Simpliciano: "Antes de empezar la noche de bodas me metí al baño a arreglarme. Tardé un poco, y Pirulina me gritó: '¡Date prisa, que no tengo toda la noche para ti solo!'"... Otro muchacho igualmente ingenuo contrajo matrimonio. Al llegar a la suite nupcial le preguntó, solemne, a su flamante mujercita: "Dime la verdad, Mesalinia: antes de casarte conmigo ¿hiciste entrega de tu cuerpo alguna vez?" "Sólo una -respondió ella-. Pero fue a la fuerza". "¿A la fuerza?" -se inquietó el novio. "Sí -confirma Mesalinia-. A la Fuerza Aérea". (Nota: en la localidad ese destacamento contaba con 185 efectivos)... El perrito y la perrita hacían sus cositas en la calle. Los transeúntes que pasaban no podían evitar mirarlos. Le dice en voz baja el perrito a la perrita: "Nos están viendo, Daisy. Actúa con naturalidad"... Dos maestras célibes, jubiladas las dos, fueron a Londres de paseo. En la Galería Nacional de Arte visitaron la sala de estatuas clásicas, y vieron una de la época helénica que representaba a un joven atleta que por no tener ninguna hoja en la aludida parte mostraba una espléndida dotación natural. Algo le dijo al oído una de las visitantes a la otra, el caso es que ésta respondió: "No creo que se llame así, Cloris. Entiendo que el Big Ben es un reloj"... En la agencia de pompas fúnebres un sujeto lloraba lastimeramente, y clamaba con desesperación: "¡Se me fue! ¡Se me fue!" El encargado de la funeraria le dijo, respetuoso: "Espero que el tiempo, que todo lo cura, alivie su dolor y le dé resignación. ¿Quién se le fue, señor?" "¡Mi...

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