DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Sinceridad

AutorCatón

Un político norteamericano viajó a París. Era senador por uno de los estados pertenecientes al llamado "Bible Belt", cinturón bíblico, conservadores y apegados a los valores tradicionales. Al salir del hotel un hombre de sospechosa traza se le acercó y le dijo en voz baja y con su mal inglés: "Fotografías de mujeres desnudas". El político no respondió. "Fotografías de mujeres desnudas" -volvió a decirle el otro al tiempo que lo seguía. "No me moleste" -le dijo el hombre apresurando el paso. Persistió el individuo: sin apartarse del viajero le dijo de nueva cuenta: "Fotografías de mujeres desnudas". "Bueno, está bien" -se rindió el político. Y echando mano al bolsillo interior de su saco le preguntó al sujeto: "¿Cuántas quieres?"... Iban a fusilar a un pobre tipo. En el camino al paredón llovía copiosamente, caían ráfagas de granizo y hacía un frío que calaba hasta los huesos. Suspira con honda tristeza el condenado a muerte: "¡Qué día tan feo para morir!" "¿De qué te quejas? -le respondió con hosco acento uno de los soldados que lo iban a fusilar-. Nosotros todavía tenemos que regresar"... Un padrecito recién ordenado iba a confesar por primera vez. Su párroco, don Arsilio, le dijo que estaría por ahí cerca a fin de darle luego su opinión sobre la forma en que había impartido el sacramento de la reconciliación. Llegó una muchacha de exuberantes formas, y el curita la confesó. Terminado el rito fue con el párroco a fin de recoger sus comentarios. "No estuviste tan mal -le dice el señor cura-. Pero sería mejor que dijeras: 'Continúe usted, hija mía', en vez de decir: '¡Qué novio tan cachondo tienes, chica! ¿Y qué más te hizo ese animal?'"... El autobús estaba por salir. Desde su asiento uno de los pasajeros se despedía del amigo que fue a dejarlo a la terminal. Tratando de hacerse oír a través de la cerrada ventanilla le gritó: "¡Gracias por haberme recibido en tu casa, Leovigildo!" El otro alzó la mano para significar que había oído. "¡Gracias por la comida, tan sabrosa!" Nuevo ademán de aceptación del otro. "¡Y gracias por haberme prestado a tu mujer! -gritó el sujeto a voz en cuello-. ¡Disfruté mucho haciendo el amor con ella!" El amigo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR