DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Rencor histórico

AutorCatón

Allá por los años 50 del pasado siglo fue encontrada en una iglesia de Viana, en Navarra, España, una tumba con restos que, se dijo, eran los de César Borgia. Este señor fue hombre de tronío, para decirlo a la española, pues español era su apellido: Borja. Hijo natural -artificiales no hay- del Papa Alejandro VI, su santo padre lo hizo Obispo a los 15 años, y Cardenal a los 18. A Cesarito, sin embargo, no le gustaba el incensario; prefería la espada, y es fama que hizo asesinar a su hermano Giovanni para quedar al frente de la milicia del papado. Los dos, César y Giovanni, habían sido amantes de la esposa de otro hermano suyo, Gioffre. La tripartita dama se llamaba Sancha. Por lo tanto Giovanni y César eran los sanchos de Sancha. A mis lectores en el extranjero les diré que el término "sancho" se usa en México para designar al hombre que entra en el domicilio de la mujer casada cuando el marido sale. En Sonora se le llama "pata de lana", pues sus entradas son furtivas, silenciosas. Otro nombre recibe el visitante que encornuda: "el pendiente". Por eso los maridos deben precaverse cuando su esposa les diga: "Avísame a qué horas vas a llegar hoy en la noche, para no estar con el pendiente". Aquí la palabra "pendiente" es sinónimo de preocupación. Pero advierto que me estoy apartando del relato. Vuelvo a él. En el curso de una de sus campañas, César Borgia halló la muerte a manos de soldados del conde de Lerín. Cuando en nuestro tiempo el duque de Alba, descendiente directo de ese conde, supo del hallazgo de la tumba de Borgia, comentó: "Entiendo que a ése lo mató un antepasado mío. Habrá que hacerle un mausoleo". Hagan ustedes de cuenta don Juan Tenorio: "No os podéis quejar de mí, / vosotros a quien maté: / si buena vida os quité / mejor sepultura os di". Finalmente, en 2007, los restos del tremendo confalonero, que en un tiempo estuvieron sepultados bajo la calle, para que todos lo pisaran al pasar, fueron llevados a la iglesia de Santa María, en Viana, con motivo de los 500 años de su muerte. El Arzobispo de Pamplona declaró: "Lo que este hombre haya hecho en vida debe serle perdonado en muerte". A lo que voy es a decir que en los países civilizados el transcurso de los años hace que los errores cometidos por...

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