De política y cosas peores / Plaza de almas

AutorCatón

"¡Qué cursi! ¿Y para colmo se llama Margarita!" Así dijeron sus amigas cuando se enteraron de que tenía tuberculosis. Ella no se angustió al conocer su enfermedad. Después de todo su madre había muerto de lo mismo. Le preocupó su padre, sí. Y es que eran nada más los tres: él, ella y la sombra de la muerta. La difunta señoreaba la casa, oscura de tristezas y silencios. Desde su muerte el hombre dejó de ser quien era. Se hizo nadie. Y casi se hizo nada, de no ser por la rabia que nació en él, por el odio con que miraba al mundo, a la vida, a Dios, a todo. Ni siquiera le fue dado el don del llanto. Cuando la mujer se le fue se fue él con ella. Quedaron sólo su piel, sus huesos y su carne. Caminaba como espectro por la casa, vacía ahora de quien la llenó. La hija se angustiaba al ver el sufrimiento de su padre. Le decía suplicante: "¡Papá!" Y él: "Déjame". A veces, sólo a veces, ponía en la muchacha una mirada extraña, como la de aquel que ve sin ver. Ella sabía: no la estaba viendo a ella; miraba a la esposa ida. En los rasgos de la hija quería recobrar a la ausente. Inútil: una palabra, un gesto diferente a los de la muerta rompían aquel espejismo, y entonces él miraba con rencor a la que se parecía, pero no era. Empezó a beber; dejó de trabajar. Ya no salía de la casa. Respiraba, pero estaba tan muerto como la muerta que fue todo en su vida. Mientras tanto la enfermedad iba agostando a la hija. La fiebre le ponía en los ojos esa luz que, dicen, aparece de pronto en los agonizantes. Por la noche sus toses mantenían despierta a la casa, y en la mañana había marcas de sangre en las almohadas. Su padre veía aquello, pero estaba demasiado hundido en su propia muerte para acompañar a la que iba a morir. Sólo una vez le dirigió unas torpes palabras de consuelo: "Te tengo envidia. La vas a ver antes que yo". Un día ella le dijo: "Papá: le pedí a la Virgen de Lourdes un milagro". Respondió él, hosco: "Los milagros no existen". Y la muchacha, cierta: "El mío sí me lo concederá la Virgen". Estaba muy de moda la Virgen de Lourdes. En...

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