DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Pataletas

AutorCatón

Don Senilio, caballero de edad más que madura, fue con su joven nieto a una librería. "Voy a comprar un libro de historia" -le dijo. Entraron los dos, y don Senilio adquirió el libro llamado Sexo, sexo y sexo, a todas luces pornográfico. "Abuelo -lo reconviene el nieto-. Me dijiste que ibas a comprar un libro de historia, y en su lugar mira lo que llevas: Sexo, sexo y sexo". "Bueno, hijo -explica con triste acento el veterano-. Lo que sucede es que para mí el sexo ya es historia"... El padre Arsilio fue enviado a una pequeña ciudad de la frontera americana cuya población era en su mayoría hispánica. En sus sermones el buen sacerdote decía siempre que Dios tiene una marcada preferencia por los hispanos. No tomaba en cuenta el señor cura que entre los feligreses había también muchos de ascendencia anglosajona. Fueron éstos y se quejaron con el obispo de la diócesis. Monseñor llamó al curita y lo amonestó con suavidad. "Padre Arsilio -le dijo-. Todos somos hijos de Dios. No diga usted eso de que el Señor prefiere a los hispanos sobre los anglos". Don Arsilio, apenado, le prometió a su excelencia que jamás volvería a decir tal cosa. Días después puso en la puerta de la casa cural un letrero que decía: "Se dan clases de español gratuitas a los ancianos de habla inglesa". Algunos añosos feligreses anglos le preguntaron al padre Arsilio por qué les ofrecía esas clases de español. Les contestó él: "Pronto comparecerán ustedes ante Dios. ¿No les gustaría hablarle en su idioma?"... El sheriff de aquel pueblo del Salvaje Oeste tomó el teléfono y marcó un número, el 4-44-444-444. Le contestó una voz: "Diga". Inquiere el sheriff con severidad: "¿Son ustedes cuatreros?" (Caón, un chiste más como ése y mi columnejilla será dada de baja de este prestigiadísimo periódico)... López Obrador y Camacho Solís no son precisamente amigos, pero tienen algo en común: los dos hicieron una gran rabieta cuando se les fue la Presidencia. Camacho se creía candidato natural del PRI a la máxima magistratura. Cuando Salinas escogió a Colosio, Camacho hirvió en paroxismo de cólera, y se apartó de la tradicional disciplina -o sumisión- priista. Luego pasó lo que pasó, y él ya no estuvo en la mente del gran elector. En su lugar subió...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR