DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Males de la pobreza

AutorCatón

El nuevo galán de Rosibel le dijo: "Quiero que sepas una cosa: espero sexo en la segunda cita". Respondió ella: "Eres lento ¿no?"... "¿Su nombre?" "Iñaki Zumalirreguirraguirrragaturri". "¿Con acento o sin acento?"... Ovonio Grandbolier, el hombre más perezoso del condado, fue a la tienda de artículos eléctricos a devolver unos focos que había comprado. Se quejó: "Ustedes me dijeron que esos focos son ahorradores de energía, pero también tengo que levantarme a apagarlos, igual que con los otros"... El antropófago se comió a un alambrista de circo. Su médico le había recomendado una dieta balanceada... Tetina, joven mujer de mucha pechonalidad, le preguntó molesta a su novio: "¿Por qué nunca me miras a los ojos?" Contestó él: "Porque no los tienes en las bubis"... El cuento "La cacerola" es uno de los más rojos que en esta columneja han aparecido. Yo mismo sentí al escribirlo un escrúpulo que no había experimentado desde que en mi primera juventud fui a ver el film Las tentadoras, de Louis de Funès, en función de media noche en el Cine Saltillo. Ese execrable chiste, "La cacerola", verá la luz aquí el próximo viernes, o sea pasado mañana. Las personas con tiquismiquis de pudicia deben abstenerse de leerlo si no quieren correr la misma suerte de doña Tebaida Tridua, censora de la pública moral: lo leyó la ilustre dama y fue poseída por una temblorina que aún le dura después de dos semanas, y que hace que sus pompas, al chocar una con otra, suenen como el enorme gong que un musculoso atleta hacía sonar al principio de las películas de J. Arthur Rank. ¡No se pierdan mis cuatro lectores ese sicalíptico relato!... Algunos me tacharán de simplista. Y a lo mejor lo soy, pues para mí 2 más 2 son 4, lo blanco es blanco y lo negro es negro. A riesgo de parecer elemental, poco ducho en cuestiones de economía, sociología y política, diré que en mi opinión lo que hoy por hoy estamos viendo en México -violencia generalizada, inseguridad, terribles crímenes, irritación popular- tiene como causa primera la pobreza. Diga lo que diga la utópica propaganda oficialista lo cierto es que el...

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