De Política y Cosas Peores / Incuria cómplice

"Oye -le dice una señora a otra-. Me dicen que tu ex esposo se quedó arruinado. ¿Cómo fue que perdió todos los bienes que tenía?" "Celos" -contesta lacónicamente la mujer. "¿Celos?" -se sorprende la amiga. "Sí -explica la otra-. Se los quité"... El gendarme del pueblo advirtió que Babalucas estaba propinándole fuertes nalgadas a su hijo. "¡Don Babalucas! -corre el policía a detenerlo-. ¿Por qué maltrata en esa forma a su hijo?" "Déjeme contarle, Genizario -responde Babalucas-. Usted sabe que soy guitarrista. El niño le dio vuelta a una de las clavijas de la guitarra, y la desafinó". "¿Y nada más por eso le pega a la criatura? -se indigna el policía-. ¿Porque le desafinó una cuerda de la guitarra?" "No nada más por eso -contesta rencoroso Babalucas-. El maldito chiquillo no me quiere decir cuál de las seis cuerdas me desafinó"... Se ha dicho siempre que México es un país privilegiado en cuanto a sus recursos naturales. Tenemos gran variedad de climas; regiones muy diversas; fauna y flora espléndidas; costas de belleza paradisíaca; bosques, selvas, desiertos y montañas; ríos y lagos de gran hermosura. Preguntémonos: ¿estamos protegiendo esa riqueza o estamos dejando que en forma implacable sea destruida cotidianamente por obra de la ignorancia y la ambición? ¿Tenemos conciencia real de lo que se debe a la naturaleza o nuestra incuria se hace cómplice de los que cada día destruyen los valiosos bienes naturales de nuestro país? Ríos contaminados; lagos que se secan; selvas incendiadas; bosques talados en modo irracional; especies animales y vegetales extinguidas o en vías de extinción; todo eso nos habla de un país cuyos habitantes...

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