De política y cosas peores / Fiesta navideña

AutorCatón

Santa Clos bajó por la chimenea de la casa, y en la sala se topó con una exuberante morena en ropas menos que menores. Su reacción ante esa espléndida visión fue tal, y tan inmediata, que Santa exclamó con apuro: "¡Uta! ¡Ahora no voy a poder salir por la chimenea!" (No le entendí)... La esposa de Capronio se emocionó bastante cuando en la Navidad su marido le entregó un pequeño paquete cuidadosamente envuelto. Ilusionada, procedió a abrirlo de inmediato. Era un juego de naipes. "¿Qué es esto?" -preguntó desconcertada. Explicó el tal Capronio: "Me dijiste que querías algo que tuviera diamantes"... El doctor Wetnose, reputado ginecólogo, le informó sin más a su joven y linda paciente: "Está usted embarazada". "¡Imposible, doctor! -protestó la muchacha con vehemencia-. ¡Jamás he tenido trato carnal con ningún hombre! ¡Soy virgen!" Flemático y calmoso el sabio facultativo fue a la ventana y dirigió la mirada a las alturas. "¿Qué hace usted?" -preguntó ella, extrañada. Contestó el doctor Wetnose: "Estoy mirando el cielo. Si lo que dice usted es cierto, en este momento debe estar apareciendo una estrella en el oriente"... Rosilita, los ojitos llenos de lágrimas, le contó a Pepito: "¡Mi mamá no quiere que Santa Clos me traiga un perrito!" Le aconsejó el sagaz infante: "Pídele a ella que te traiga un hermanito, y verás que Santa Clos te trae el perro"... En la cena de Nochebuena le dijo la señora al invitado: "Cómase otro tamalito, compadre". "No, gracias, comadrita -respondió el sujeto-. Ya me he comido seis". "Se ha comido nueve, compadre -replicó la mujer-, pero de cualquier modo cómase otro"... Doña Madanita, señora algo robusta, empezó en julio una dieta. Entusiasmada con los primeros resultados le dijo, feliz, a su marido: "¡En Navidad tendrás una esposa de 55 kilos!" "¿Ah sí? -respondió él-. ¿La de quién?"... El Santa Clos de la tienda se asombró mucho cuando una otoñal dama se le sentó en las piernas. Nosotros la conocemos bien: era Himenia Camafría, madura señorita soltera. Le dijo el hombre: "Disculpe usted. Sólo recibo las peticiones de los niños". Replicó ella...

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