De Política y Cosas Peores / Fanático del golf

El galán acude a la casa de su novia a fin de pedirla en matrimonio. El padre de la muchacha comienza a interrogar al chico: de qué familia era; qué estudios había realizado; en qué trabajaba; cuáles eran sus ingresos. A todas las preguntas dio cumplida respuesta el pretendiente. "Espero -dice por último el señor al novio de su hija- que no sea usted de esos hombres que les levantan la mano a las mujeres". "De ninguna manera, don Geronte -responde el galancete-. A mí más bien me gusta levantarles las piernas"... La madura señorita soltera comenzó a quejarse con sus hermanos de sufrir diversas indisposiciones y malestares de toda laya y jaez. Después de una junta familiar su hermano mayor le comunica: "Hemos acordado, Celiberia, conseguirte un médico de cabecera". "¡Ah no! -protesta ella-. ¡En todo caso consíganmelo de toda la cama!"... El marido era un fanático del golf. Su esposa no había practicado nunca el juego. Un domingo el señor la llevó al campo. Quería que supiera por qué se dedicaba con tanta asiduidad al golf: era tan difícil el juego que se necesitaba mucho tiempo para jugarlo bien. Claro, pensó, ella no entendería nada. "Lo único que tienes que hacer -le dijo con cierto tonillo desdeñoso-, es golpear la pelotita con este palo en aquella dirección". Después de impartirle esas escuetas instrucciones el marido se dio la vuelta a fin de disponer las cosas para su propio juego. En eso le dice la señora: "Oye, Hoganio, tendrás que darme otra pelota. La mía cayó en un hoyito que está allá"... Una mosca y una mosquita se posan en la redonda y reluciente calva de un señor. "No me lo vas a creer, hijita -dice con gran...

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