DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Extraño remedio

AutorCatón

Hoy aparece aquí "El Chiste Más Pelado del Año". Antes de entregarlo a las prensas lo mostré a mis editores. Todos me dijeron que ese cuento era indecente, indecoroso, impúdico, pornográfico, escandaloso e inmoral. Y añadieron: "¡Hay que publicarlo!". Advierto a mis cuatro lectores que la lectura de esa badomía puede llevarlos a perder el último resto de inocencia que habían logrado conservar. Sin embargo este escribidor suele despedir el año con un relato descuajaringado -o sea descuidado, sin aseo- y descuadrillado, vale decir que sale de la cuadrícula de lo convencional. Así el amanuense puede empezar el nuevo año sin la carga de esa desmesurada picardía, final tirlanga del año que se va; majadería que se olvida antes de terminar el primer día del que llega. A fin de preparar el ánimo de mis cuatro lectores para la lectura de esa vitanda narración narraré antes otro chascarrillo igualmente sicalíptico... La madama de la casa de mala nota les anunció a sus clientes que tenía una nueva pupila, muchacha de belleza singular. La rifaría entre ellos. Había 10 boletos, y cada uno costaba mil pesos. Tras ver a la hermosa joven uno de los parroquianos le pidió a la madama: "-Deme todos los boletos". "-¡Ah, señor Crésido! -le dijo ella-. ¡Usted se la quiere sacar!". Respondió el otro atusándose el bigote: "-Todo lo contrario, señora. Todo lo contrario"... (No le entendí)... He aquí, ahora, el chiste más pelado del año. Su título es: "Extraño Modo de Remediar la Disfunción Eréctil"... Don Languidio Pitocaido, senescente caballero, sufría mucho por la falta de fuerza en su entrepierna. Desde hacía bastante tiempo ya no podía izar el lábaro de su varonía, que otrora fue enhiesto pendón de vigoroso másculo. Recurrió a todos los medios a los que usualmente se atribuyen cualidades fortificadoras. Se sometió a una dieta de hueva de lisa -la de Campeche es la más vigorizante-, que combinó con tres docenas de ostiones cada día, acompañados con generosas dosis de licor de damiana, poción a la que igualmente se conceden virtudes energéticas. A ese régimen siguió otro a base de criadillas, o sea testículos de toro. Las comía mañana, tarde y noche. Luego consumió galones y galones de tisana hecha con...

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