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De política y cosas peores / Encuestas

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Vincent

Afrodisio Pitongo, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, estaba yogando con mujer casada en la propia alcoba de ella. De pronto se oyó que alguien entraba al departamento. "¡Mi marido! -exclamó sobresaltada la señora-. ¡Rápido! ¡Salta por la ventana!". "¡Cómo! -se espantó el ilícito amador-. ¡Estamos en el piso 13!". "¡Tú salta! -repitió la pecatriz-. ¡Éste no es momento para supersticiones!"... Don Poseidón, granjero acomodado, tenía un toro semental. Semestral más bien parecía el dicho toro, pues no cumplía con la asiduidad debida su tarea con las vacas, pese a ser esa labor tan agradable. Así pues don Poseidón se decidió a consultar a un veterinario. El facultativo le entregó unas píldoras. Le dijo que le administrara al toro una cada día. Y el milagro se hizo: tan pronto recibió la primera píldora el toro cobró vigor inusitado. Una por una cubrió a todas las vacas; enhiesto y engallado recorrió en triunfo el corral, como sultán de harén. Me da pena decirlo, pero el mismo don Poseidón hubo de ponerse a buen recaudo, pues tan pronto acabó con las vaquitas el toro fue hacia él con intención dudosa. Unos días después el granjero le contó a un amigo el prodigioso efecto que aquellas píldoras habían tenido sobre el toro. "¡Caramba! -se admiró el amigo-. ¿Qué ingredientes tendrán esas maravillosas píldoras?". "No lo sé -contestó don Poseidón-. Pero saben como a miel con canela y alcanfor"... El amor de madre ciega a veces. La mamá de Jack el Destripador le preguntaba con maternal preocupación: "¿Por qué nunca sales dos veces con la misma chica?"... El adolescente regresó a su casa después del concierto de rock: "¡Estuvo chido, papi! -le dice entusiasmado a su papá-. ¡Lo habrías odiado!"... Dulciflor, muchacha joven, estaba con su novio en la sala de su casa, practicando con él tales acciones de erotismo que a su lado las que describe el Kama Sutra eran ingenuidades inocentes. Desde la escalera el papá y la mamá de Dulciflor veían aquello arrobados y llenos de emoción. "¡Mira nada más! -le dice con ternura el señor a la señora-. ¡Y pensar que apenas ayer lloraba en su cunita para que le lleváramos el biberón!"... Un sujeto fue acusado de ser el padre de un niño al que no quería reconocer. Su abogado...

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