De política y cosas peores / Duda metódica

Celiberia Sinvarón, madura señorita soltera, iba por una oscura calle cuando le salió al paso un individuo que se lanzó sobre ella con evidentes intenciones de libídine. Gritó Celiberia: "¡Auxilio! ¡Auxilio!" Llegó prontamente un policía (recuerden mis cuatro lectores que esto es sólo un cuento) y vio al abusivo sujeto en plena faena de erotismo. Iba a detenerlo, pero la señorita Sinvarón le pidió respirando agitadamente: "¡Retírese por favor! ¡Retírese!" El gendarme, desconcertado, preguntó: "¿No fue usted la que gritó pidiendo auxilio?" "Sí -confirmó Celiberia-. Pero puede una cambiar de opinión ¿no?"... Lord Feebledick se vio en apuros económicos, pues se desplomaron las acciones que tenía en las minas de cobre del Transvaal. Muy preocupado le dijo a su mujer: "Voy a tomar un curso de artes culinarias. Así podremos prescindir del cocinero". "Magnífica idea -replicó lady Loosebloomers-. Y si tomas un curso de técnica sexual podremos prescindir también del chofer"... ¿Qué le dijo el audaz policía, pistola en mano, a su compañero cuando se disponía a tumbar de una patada la puerta del cuarto donde estaba el bandido? Le dijo: "Cúbreme. Voy a entrar". Y ¿qué le dijo el atributo varonil al condón? Exactamente lo mismo... A la mayoría de los mexicanos no se nos da muy bien eso de los inventos. La culpa la tienen nuestras madrecitas: cuando somos niños nos dicen siempre: "No inventes ¿eh?; no inventes". De ahí los constantes fracasos de Babalucas en su empeño por inventar productos tales como el agua en polvo, un clavo sin punta ni cabeza o bolsas de té a prueba de agua. Los únicos que en México tienen capacidad de inventar cosas son los encargados de redactar informes, dictámenes o reportes oficiales. Su problema es que nadie les cree. Si hoy por hoy el gobierno dijera: "Dos más dos son cuatro", el 99 por ciento de los mexicanos emplearían la expresión nacional dubitativa para decir: "¡Voy voy!" Existe en la República un ambiente de suspicacia, de escepticismo general. Tomen ustedes...

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