DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Cansancio

AutorCatón

Loretela era una linda chica en edad de merecer. Tenía un hermano a quien llamaban Pansy, pues a más de ser algo regordete era gay. Sucedió que a Loretela le salió un guapo pretendiente, joven, viril, fornido de cuerpo y de estatura procerosa. El apuesto muchacho la invitó a un baile. "Podrás ir -le dijo a Loretela su papá-, pero a condición de que Pansy te acompañe. No me fío de ese tipo". "¡Pero, padre! -protestó ella-. ¿Qué va a decir Heraclio -así se llamaba el galán- cuando vea a mi hermano? Sus modales son demasiado femeninos. Parece Reina de la Primavera". "Pues ya lo sabes -contestó, irreducible, el genitor-. O vas con Pansy o no vas". Mal de su grado Loretela hubo de aceptar. Antes de ir a la cita, sin embargo, habló seriamente con su hermano. "Por favor, Pansy -le dijo-, cuando te presente con Heraclio no hables con tono aflautado, ni hagas los movimientos feminoides que haces. Procura asumir una actitud varonil". Pansy le prometió que haría su mejor esfuerzo. En efecto, llegado el momento Loretela le dijo a Heraclio, algo nerviosa: "Te presento a mi hermano". "Mucho gusto" -saludó el galán. Pansy, con voz ronca y gesto adusto, le contestó fijando en él una mirada penetrante: "¿Qué pasó, cuñao?". Su tono y ademán fueron tan de macho que el otro se sobresaltó. Prosiguió Pansy con el mismo continente grave: "Mucho cuidado ¿eh? Mi hermana no está sola. Tiene quien vea por ella". "Lo sé -respondió, inquieto, el pretendiente-. Pero quiero decirle que mis intenciones son serias y...". "Se lo repito -le advirtió, severo, Pansy-. Tenga cuidado, porque si no...". En este punto se interrumpió súbitamente. Volviéndose hacia Loretela le dijo con su voz mujeril de siempre y con femenino melindre de desesperación: "¡Ay no! ¡Yo ya me cansé!"... Lo mismo, aunque en otro contexto y en diferente tono, dijo el Procurador de la República, Jesús Murillo Karam, para poner fin a una entrevista que se le hacía sobre el caso de los normalistas desaparecidos. A posteriori dio una zonza explicación jalada de los pelos: el cansancio a que se refirió no era de cuerpo; era más bien espiritual. Estaba cansado ya de la violencia, etc. Pienso que ni siquiera eso lo debería cansar. Es humano ciertamente -él mismo recalcó su condición...

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