De política y cosas peores / Un atentado

Afrodisio Pitongo, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, le dijo con acento melifluo a Rosilí: "¡Qué hermosa eres! Tienes un bello rostro; tu cuerpo es una copia de Venus de Citeres (no de Venus y Citeres); posees inteligencia y simpatía. ¡Eres una mujer completa!" La muchacha, que conocía bien al salaz tipo, replicó suspicaz: "Tú me quieres coger ¿verdad?" Exclamó Afrodisio lleno de admiración: "¡Te digo que eres una mujer completa! ¡Hasta adivinas el pensamiento!"... Comentó Empédocles Etílez: "Pertenezco a un grupo de alcohólicos anónimos. Bebemos hasta caernos de borrachos, pero no nos decimos nuestros nombres"... Siento afecto sincero por Rubén Moreira, gobernador de mi natal Coahuila. Ha sido un buen gobernante. Puso en orden las finanzas del estado y ha impulsado grandemente el desarrollo económico de la entidad. Su labor ha rendido frutos de excelencia en diferentes campos, sobre todo el de la educación. Fue mi alumno en la Facultad de Derecho de la Universidad. Me ha distinguido con generosas deferencias: recientemente me entregó una presea por mis 55 años en el periodismo. Valido de ese afecto, y de la confianza que el viejo profesor tiene con quienes fueron sus alumnos, le pido que no lleve adelante la iniciativa tendiente a prohibir las corridas de toros en Coahuila. Es impresionante la cantidad de mensajes que en estos días he recibido de quienes consideran que tal prohibición es un atentado no sólo contra una fiesta que forma parte de la tradición popular, del arte y la cultura, sino también contra la libertad de los ciudadanos. De todo México me han llegado esas manifestaciones de protesta. Muchas veces he declarado mi amor por la tauromaquia. Finco ese amor en el que tengo por el toro de lidia, magnífico animal cuya especie desaparecería si el toreo desapareciera. Con la prohibición de las corridas su destino ya no sería el esplendor del ruedo, sino la sordidez del rastro. Saltillo fue cuna de uno de los más grandes diestros que ha conocido el mundo de los toros: Armillita. Hay en mi ciudad un espléndido museo taurino. Miles de coahuilenses son aficionados a la fiesta. Muchos ven en esa iniciativa un trasfondo de política, y señalan que no tiene su origen en una sincera defensa de los toros, sino en...

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