Policías de Querétaro hacen labor de albañil

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 19 de junio)PEÑAMILLER, Qro., junio 24 (EL UNIVERSAL).- Cada vez que su jefe lo castiga o cuando pierde un volado ante sus compañeros, Melitón (nombre ficticio) se quita el arma de cargo, las botas, el uniforme azul y procede a cumplir tres horas de trabajo como "albañil" del gobierno municipal.

Él es uno de los 35 policías del ayuntamiento de Peñamiller que construyen, por mano propia y de manera supuestamente voluntaria, su cuartel, sobre un predio contiguo a la central de autobuses que les fue donado por un particular.

Desde hace 30 meses, la policía peñamillerense se quedó prácticamente en la calle: sin oficina ni vestidores, cuando la recién llegada edil, Margarita Hernández Aguilar, ordenó al cuerpo policial dejar el inmueble que arrendaba en el centro histórico, debido a un "ahorro de recursos en rentas", según consta en un acta de Cabildo de noviembre de 2015.

Para no incomodar a su nuevo comandante, Álvaro Montes, los agentes acataron la orden, accediendo a edificar la nueva sede y a distribuirse físicamente en oficinas "prestadas", que hasta hoy ocupan; algunas en la estación camionera; otras en un juzgado y unas más en un traspatio.Obras a la mitad

La idea de usar a los policías como alarifes fue de la alcaldesa, quien sólo esperó unos meses a que los agentes levantaran los primeros muros para organizar un acto público en el que se retrató junto a sus subordinados, empuñando ella misma una cuchara con mezcla y pegando un ladrillo.

Pero la realidad rebasó a los antes entusiastas voluntarios. Transcurridos dos años y medio desde que iniciaron la obra, el avance es de 50%, según pudo comprobarlo EL UNIVERSAL Querétaro.

Varillas oxidadas, pilas de arena y tabiques en desuso se ven junto al cascarón que un día será la sede policial, pero cuya fecha de inauguración por parte de la edil se ha pospuesto hasta tres veces en su periodo, según cuenta uno de los guardias.

El atraso de la anhelada obra se atribuye a la falta de "tiempo libre" de los policías. Sin embargo, otra razón que se maneja internamente es el "enojo" del mismo personal, que lejos de sentirse reconocido por su apoyo, ahora ve las faenas de albañilería a modo de "trabajo forzado" o por "castigo" de sus superiores.

La última vez que los ciudadanos de Peñamiller vieron a un grupo grande de policías alzando palas y carretillas fue a mediados de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR