Un Policía de la Nueva Generación

REFORMA/REDACCION

Cuauhtémoc Herrera Suástegui era un policía de la nueva generación, pero fue atacado como un viejo comandante.

"No le temo a los hermanos Arellano Félix. Mi encomienda es acabar con el flagelo del narcotráfico, que azota a la sociedad mexicana en general", eso dijo Herrera en octubre de 1996, cuando acababa de hacerse cargo de la delegación de la Procuraduría General de la República en Baja California, cargo en el que duró menos de cuatro meses.

Para fines prácticos, Herrera fue el primer operativo en materia de delincuencia organizada oficialmente reconocido como tal en México. La Unidad Especializada en la materia, que comenzó a funcionar a principios de 1997, tuvo en Herrera a su primer coordinador Ejecutivo y brazo derecho del jefe, Samuel González Ruiz, actualmente cónsul en Sevilla.

Los dos tuvieron carta blanca para trabajar. Como únicos facultados para aplicar la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, González y Herrera fueron los primeros fiscales mexicanos que pudieron solicitar a un Juez federal la intervención de teléfonos, pedir beneficios legales y protección a testigos que cooperan y arraigar durante 90 días a supuestos delincuentes.

Una fuente que los conoció en la época del Procurador Antonio Lozano Gracia, dijo ayer que "tanto Samuel como Cuauhtémoc apoyaron con entusiasmo el proyecto para la LFDO".

Y es que, desde antes de Lozano, Herrera Suástegui ya se estaba especializando en lo que siempre dijo que quería hacer: luchar contra el narcotráfico.

El joven abogado tiene antecedentes que lo distinguían de los tradicionales mandos foráneos de la PGR. Entre 1992 y 95, había trabajado en el Centro de Planeación para el Control de las Drogas, Cendro, en la oficina más importante: la Dirección General de Información Táctica, en esa época la principal fuente de inteligencia sobre narcotráfico en el país.

Luego había sido subdelegado de la Policía Judicial Federal en Campeche -zona de aterrizajes para cargamentos de drogas- y durante buena parte de 1996 en Jalisco, en ese tiempo feudo del General Jesús Gutiérrez Rebollo.

La carrera de Cuauhtémoc despegó entre septiembre y octubre del 96. Todavía en Jalisco, Herrera manejó la operación para detener a Fausto Soto Miller "El Chef", y Alejandro Hodoyán Palacios, gatilleros del cártel de Tijuana implicados en el asesinato de Ernesto Ibarra Santés, quien fuera subdelegado de la PJF en Baja California.

A los pocos días, fueron detenidos en San Diego otros dos...

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