Políticos y ciberpolítica
| Autor | Sabino Bastidas Colinas |
Sabino Bastidas Colinas
Analista político y director de la Consultoría Piensa Diferente.
El 23 de marzo de 2013 todos los seguidores de la cuenta de Twitter de la agencia de noticias Associated Press leyeron: "Breaking: Two explotions in the White House and Barack Obama is injured". (Noticia de último momento: dos explosiones en la Casa Blanca y Barack Obama está herido).
La noticia, por supuesto falsa, producto del hackeo de la cuenta de la prestigiada agencia, fue una realidad política y de comunicación por un momento para muchas personas. Por unos minutos, el hecho tuvo impacto en el mundo real. Reaccionaron bolsas, mercados, equipos de inteligencia y actores políticos en todo el mundo. Afortunadamente no pasó a mayores. Con la misma velocidad con que se difundió la mentira, en las mismas redes circuló la verdad. De inmediato, los equipos de comunicación de la Casa Blanca y distintos medios informativos emitieron desmentidos y todas las aclaraciones necesarias para detener el pánico y evitar una crisis mayor. Pero el hecho nos regaló un ejemplo más de lo que puede pasar en internet con las redes sociales: su alcance, su impacto y sobre todo su poder.
Se trató de una psicosis momentánea, focalizada, anecdótica y efímera, que de alguna forma nos recuerda y se convierte en una reedición o una actualización del célebre episodio de Orson Wells de la noche del domingo 30 de octubre de 1938, en la que se escuchó en una emisión radial en Nueva York aquel mensaje que empezaba: "Señoras y señores, tengo que hacer un grave anuncio..." al que le seguía la descripción detallada de la invasión de marcianos en Norteamérica, episodio que generó escenas de pánico, y que sin duda marcó, por muchos años, la reflexión y el estudio de los alcances de la comunicación de masas.
El caso del hackeo de Associated Press no es ni el más icónico, ni el único. Es solo uno más entre los cientos, quizá miles de mejores ejemplos de cómo internet, las redes sociales y las computadoras están influyendo en la vida política de la sociedad.
Es la campaña de Obama a la Presidencia, pero son hoy ya todas las campañas; son las manifestaciones de indignados en Londres, París, Nueva York, Madrid y Jerusalén, pero son hoy todas las manifestaciones; son las rebeliones en los países árabes, pero son hoy todas las formas de protesta y de acción política.
No cabe duda: cada vez más, la historia de la humanidad se escribe en internet. Y cada vez más el poder y la política se mueven en la red. La reflexión de fondo es que internet es hoy un tema de poder. De poder político y de poder social. No se trata ya de un poder virtual, acotado a un mundo aparte, a una comunidad de usuarios lejana de la que uno podía abstraerse simplemente no participando o manteniéndose al margen. Ya no. La red no es optativa, está absorbiendo poco a poco y cada vez más al mundo real.
Se trata de un poder eficaz, real, que sustituye y canaliza las otras formas de poder, llamemos, tradicionales. Hoy internet y las redes sociales se han ido apropiando cada vez más de todo el espacio público y cada vez hay más debates, procesos políticos, eventos, decisiones que solo se dan en la red. O que si no se dan en la red, pierden influencia y relevancia.
Internet es poder. Manuel Castells en su impresionante libro Comunicación y Poder se pregunta ¿cómo opera el poder en red?, y apunta: "tal vez la cuestión del poder, como se formulaba tradicionalmente, no tenga sentido en la sociedad red".
Con el prefijo ciber
La política necesita repensarse a partir de internet. La ciencia política enfrenta una necesaria redefinición de conceptos. Casi todas las ideas tradicionales de la teoría política admiten el prefijo ciber, y con él se advierte un necesario replanteamiento. Empezando por el concepto de la ciberpolítica.
La Real Academia Española de la lengua ha debatido mucho en los últimos años este tema y con gran apertura ha dado espacio y lugar a conceptos y términos resultado de la...
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