DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / La visita

AutorCatón

Un hombre de negocios norteamericano visitó Nuevo Vallarta y se enamoró del sitio. Le envió un mensaje a su socio: "Este lugar es maravilloso. Ven, y trae a mi esposa y tu amiguita". Con otro mensaje respondió el amigo: "Tu esposa y yo llegaremos mañana. Pero dime: ¿cómo te enteraste de lo nuestro?"... El guerrero maya Pek llevó a la linda princesa Nikté atrás de la pirámide, y ahí la convenció con untuosas palabras seductoras de que le hiciera entrega de la impoluta gala de su doncellez. Consumado el amoroso trance le dijo con una gran sonrisa: "¡Felicidades, Nikté! ¡Ya no eres candidata a que te arrojen viva al cenote de las vírgenes!"... Doña Macalota le comentó a don Chinguetas: "Pienso que mañana el coche no va a querer arrancar". "¿Por qué?" -se extrañó él-. Responde la señora: "Tiene agua en el carburador". "¿Agua en el carburador? -repitió el marido con burlón acento-. ¿Por qué piensas que tiene agua en el carburador? ¡Tú qué sabes de eso! Pero, en fin, déjame revisarlo. ¿Dónde está el coche?". Responde con manso acento doña Macalota: "En vez de frenar aceleré. Está en la alberca"... Leo en una nota de periódico: "Barack Obama se robó el corazón de los jóvenes mexicanos". No lo dudo: el corazón de los jóvenes -ellos y ellas- es fácil de robar, ya sea por una linda chica o un guapo galán, o por un buen artista. En su discurso ante las muchachas y muchachos el Presidente de Estados Unidos actuó con la destreza de un consumado showman. Les dijo lo que ellos querían escuchar; halagó a nuestro País; se mostró simpático y sencillo. Pero en sus palabras no hubo sustancia verdadera. Hubo, sí, buenos propósitos que ciertamente serán de difícil cumplimiento. Diga lo que diga el Mandatario estadounidense, la verdad es que la inmensa mayoría de sus conciudadanos, y la casi totalidad de los políticos, tanto demócratas como republicanos, comparten el estereotipo que en su nación se tiene acerca de la nuestra: un país donde priva la inseguridad derivada de la violencia criminal, y cuya pobreza lleva a millones de migrantes a tratar de cruzar la frontera ilegalmente. Consideremos la visita de Obama, y sus declaraciones, como gestos de buena voluntad, pero no esperemos muchos frutos de su breve estancia...

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