De política y cosas peores / ¿Sin resguardo?

"Acúsome, padre, de que anoche le arrebaté a una muchacha la flor de su virginidad". Así le dijo al padre Arsilio un joven penitente. El buen sacerdote ardió en santa indignación. "¡Eres un pérfido! -le dijo con tonante cólera-. ¡Te aprovechaste del candor de esa infeliz doncella para saciar tus rijos de lujuria, lascivia, lubricidad, incontinencia, impudicia, libídine y voluptuosidad! De penitencia rezarás 100 padrenuestros y 100 avemarías. Ahora dime, infame: la desdichada joven a quien quitaste la preciosa gala de su impoluta pureza ¿es católica?" "No, padre -replicó el muchacho-. Pertenece a una de esas sectas que hay ahora". "Ya veo -ponderó el párroco-. Está bien: olvídate de la penitencia y vete en paz. La juventud es la juventud"... Me fascina la Edad Media. Los positivistas la llamaron torpemente "edad oscura". ¿Edad oscura la de Dante, Chaucer, Boccaccio, Santo Tomás de Aquino, el Poema del Cid y Alfonso el Sabio? ¿Edad oscura la de Giotto y las catedrales góticas? ¿Edad oscura la de Bacon, la de Avicena y Averroes? Como diría un muchacho de hoy: no manches. Luminoso tiempo fue aquél en que los hombres aprendieron a ver más allá de lo que se ve, y a tocar con su mano lo inasible. Ahora bien: ¿a qué ese campanudo exordio? Me sirve para decir que los castillos medievales tenían un doble resguardo: el foso y la muralla. Esas defensas amparaban al señor feudal, e impedían que llegaran a él sus enemigos. Observo cierta semejanza entre eso y el viejo sistema político mexicano, por muchos motivos reprobable, pero cuya eficacia no se podrá poner en duda. El primer valladar que protegía al presidente de la República -después de los gobernadores- eran los secretarios de su gabinete. Ellos enfrentaban en primera instancia cualquier problema que se presentara. Si la cuestión los rebasaba el caso iba a dar a la Secretaría de Gobernación. Y no era el titular quien se hacía cargo del asunto. Antes que él intervenía algún funcionario menor. Si el trance era apurado lo atendía un subsecretario. Y sólo cuando el problema era verdaderamente grave lo tomaba en sus manos el secretario. Así, era muy raro que algún...

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