DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Pasividad

AutorCatón

Doña Panoplia de Altopedo, señora de buena sociedad, dijo a sus invitados: "-En nuestro último viaje mi marido y yo hicimos un recorrido por el río Mingitorio". "-Orinoco, mujer; Orinoco" -la corrigió el esposo... Los plantones de la CNTE habrán de ser para Miguel Mancera lo que la toma de Reforma fue para López Obrador: su némesis. En la mitología de los griegos la diosa Némesis era la encargada de llevar a los humanos el castigo de los dioses. Se complacía especialmente en abatir a los poderosos que dañaban a la comunidad, ya por sus acciones, ya por sus omisiones. Muy activo anduvo AMLO al cometer aquel atropello, y su castigo fue perder la elección presidencial, por el enojo que causó a los ciudadanos ese culpable exceso. Por su parte Mancera se ha visto muy poco activo en el cumplimiento del deber que tiene de proteger a su ciudad ante embestidas como las que usa la tal CNTE para imponerse sobre la autoridad y obligarla a claudicar. Es una vergüenza que los legisladores hayan debido pedir en alquiler un local particular para reunirse. El hecho de que el presidente de la Legislatura abriera la sesión golpeando con una cucharilla el vaso de cristal en que bebía pasará la historia -o a la historieta- nacional como uno de los sucesos más risibles acontecidos en la Cámara, y al mismo tiempo de los más patéticos. Resulta igualmente bochornoso que el Presidente de la República deba rendir su informe en una instalación militar. Hemos tocado fondo en lo que se refiere a la civilidad y a la política, y eso se debe en buena parte a la actitud omisa, remisa y sumisa -¡bófonos!- de la autoridad local. Contrariamente a lo que dice el Jefe de Gobierno, la disyuntiva no es tolerancia o represión. La disyuntiva es orden y respeto a la ciudad o aplicación recta de la ley. Muchas formas hay de frenar un abuso como el que cometen los mal llamados profesores sin obsequiar el deseo que ocultamente tienen quienes los dirigen de contar con un mártir -o mejor varios, si se puede- para fortalecer y dar bandera a sus permanentes algaradas. La actitud pasiva de Mancera, su lenidad, irritan a los ciudadanos, que se preguntan cómo pudieron elegir a alguien que muestra tanta debilidad como él. "Eso no es prudencia -me dijo hace unos días un defeño-. Es falta de lo que el pastel debe llevar". No entendí la frase -expresión...

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