De política y cosas peores / Galeote de la pluma

AutorCatón

El marido: "Me dicen que me has sido infiel muchas veces". La esposa, enojada: "¿Y no te han dicho de las muchas veces que te he sido fiel?"... Declaró, pesaroso, Empédocles Etílez: "Perdí mi salud bebiendo a la de otros"... Manifestó Celiberia Sinvarón, madura señorita soltera: "Tengo un perro que gruñe, una chimenea que echa humo y un gato que se la pasa fuera toda la noche. ¿Para qué chingaos quiero un marido?"... Hay quienes dicen que escribir es tarea muy gravosa. Comparan las dificultades de este oficio con las penalidades de parir Sycios edulis, que tal es el nombre científico del chayote. Tengo colegas que cuando escriben sufren pringapiés o carrerillas, se les encogen las partes pudendas, sienten repeluznos en el píloro y les late con violencia el corazón. Para quien esto escribe, en cambio, escribir es un deleite. Aguardo cada día, ansiosamente, la hora de ponerme, no a trabajar, que para mí esto de hilar palabras no es trabajo, sino a compartir mis pensares y sentires con la gente, pues a mi entender la comunicación es comunión, es como unión. Por eso desde hace casi ya seis décadas escribo los 365 días del año, con una sola excepción: cuando es año bisiesto, pues entonces escribo 366 días. Soy un feliz galeote de la pluma. Escribir es para mí como respirar; por eso, Deo volente, dejaré de escribir cuando deje de alentar. Bello quehacer el mío, que me da al mismo tiempo el pan y la felicidad. De rodillas debería yo vivir dando gracias a Dios y a mi prójimo -a mis cuatro lectores- por esa bendición. Si algún cansancio pusiera en mí la tarea de escribir esa fatiga se disiparía con sólo leer un mensaje como éste que recibí de una joven lectora en Monterrey: "Hoy tuve la fortuna de escucharlo en la conferencia que organizó la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En cuanto usted empezó a hablar recordé las veces en que llegaba de la secundaria para leer, con el uniforme escolar puesto aún, su columna (aunque mis papás no me quisieran explicar los chistes); en que me formé para...

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