DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / De espaldas

AutorCatón

El cuento que descorre hoy el telón de esta columnejilla es de tal manera sicalíptico que las personas de moral acrisolada deberían abstenerse de leerlo. Helo aquí... Don Poseidón, granjero acomodado, tenía un hijo en edad de merecer, pero de poco caletre. El muchacho se veía siempre enteco y escuchimizado, y su padre descubrió la causa: Puñerito -así se llamaba el mocetón- era dado a incurrir con excesiva asiduidad en un solitario placer que lo tenía desmejorado y abatido. Pensó el granjero que la mejor manera de apartar a su hijo de ese hábito sería conseguirle mujer para que se casara. Habló con su compadre Prócoro, y éste le concedió gustoso a Puñerito la mano de su hija Gloricela. Se llevó a cabo el desposorio. Después de la fiesta nupcial el flamante novio llevó a su mujercita a la casa paterna. Ahí pasarían su noche de bodas. Don Poseidón decidió asomarse discretamente a la alcoba de los recién casados a fin de observar el desempeño de su hijo como marido. Grande fue su sorpresa cuando al abrir la puerta vio a Puñerito entregado a su misma acción onanística de siempre. Advirtió el muchacho la presencia de su padre, y antes de que éste pudiera pronunciar palabra le explicó: "A ella ya se le cansó el brazo"... No va al garete ni hace agua -al menos todavía-, pero me preocupa eso que con nomenclatura marinera se conoce como "la nave del Estado". La administración de Peña Nieto, que en un principio obtuvo logros importantes, parece haber entrado en la calígine. Y eso es muy peligroso, sobre todo porque no sé qué significa la palabra "calígine". (Nota de la redacción: en auxilio de nuestro estimado colaborador apuntaremos que el término "calígine" quiere decir, entre otras cosas, niebla). En efecto, algunas de las reformas emprendidas -la energética, la política, y sobre todo, la fiscal- han provocado desasosiego e inquietud, y la última -la fiscal- ha sido causa de general irritación. Tengo una teoría para explicar tal cosa. Esas reformas se han hecho mirando al Estado, y no a la gente. La llamada reforma petrolera tiende a dar al gobierno un mayor margen...

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