DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / El bolerito

AutorCatón

Dijo el predicador. "-Hay 14 pecados de la carne por los cuales nos podemos condenar". Uno de los feligreses levantó la mano: "-¿Podría describirlos en detalle, reverendo? Yo he practicado solamente dos, y si por ellos me he de condenar, me gustaría mejor condenarme por todos"... Un empleado de don Algón le pidió 10 días de permiso, pues se iba a casar. Le dijo el ejecutivo: "-Acaba usted de tener 15 días libres. ¿Por qué no los aprovechó para casarse?". "-¿Qué? -protestó vehemente el tipo-. ¿Y echar a perder mis vacaciones?"... Cuando nace un niño, la gente pregunta: "¿Cómo está la madre?". Cuando se casa un joven, la gente pregunta: "¿Quién es la novia?". Y cuando muere un hombre, la gente pregunta: "¿Qué le dejó a la viuda?"... El Rey Salomón tenía 500 esposas y 500 concubinas, y aun así había noches en que no podía encontrar una a la que no le doliera la cabeza... Aquel tipo le dijo a su vecino: "-No quiero meterme en lo que no me importa, pero hoy en la mañana vi a un hombre besando a tu mujer". Pregunta el marido: "-¿Era un sujeto alto, moreno y de bigote?". "-En efecto" -confirma el oficioso meticón. "-Es el jardinero -dice el esposo-. Ése es capaz de besar hasta a la mujer más fea"... Lo que en seguida voy a relatar sucedió hace 50 años. O sea ayer. Caminaba yo, aprendiz de reportero (aún lo soy), por una calle del centro de mi ciudad, Saltillo, y pasé por un local donde había una exposición de pintura. Entré a ver los cuadros, y de inmediato uno me atrajo en tal manera que no pude ya apartar la vista de él. Representaba a un bolerito que, de rodillas en el piso de tierra de su misérrima vivienda, contaba los pocos centavos que había ganado a lo largo del día lustrando calzado. La llama de una vela ponía un dramático halo de luz en aquella escena de pobreza. Realizado en técnica mixta -óleo y collage-, el cuadro mostraba en las paredes del cuartucho trozos de periódico en los cuales se leían palabras como "hambre", "muerte" e "injusticia". En eso alguien me dijo: "Le gusta el cuadro ¿verdad? Yo lo pinté". "Sí -respondí-. Me gusta mucho". "¿Por qué no se lo lleva?". El cuadro costaba 600 pesos. Era lo que ganaba yo en un mes. "No lo puedo pagar"...

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