De Política y Cosas Peores / México bronco

AutorCatón

Un rancherito fue por primera vez a la capital. Le advirtieron que se cuidara mucho, ya que la gran ciudad estaba llena de ladrones. Llegó a la urbe y decidió ir a una sastrería a hacerse un traje. El sastre empezó a tomarle las medidas, y fue dictándolas a su ayudante. Le midió el cuello: "Diecisiete" -dictó. La cintura: "Treinta y ocho". Luego puso la mano en la entrepierna del rancherito para medir el largo del pantalón. Dijo el sastre: "Ciento uno". "¡Caramba! -exclamó desolado el pueblerino-. ¡Ya me robaron el otro!"... Un pobre tipo estaba en el hospital todo golpeado, vendado de la cabeza a los pies como una momia. "¿Qué te pasó? -le preguntó un amigo que fue a visitarlo-. ¿Por qué estás así?" "Me dio tos" -respondió el tipo con lastimera voz que apenas se escuchaba. Dice el amigo: "Nadie se pone así por una tos". Explica el lacerado: "Es que la tos me dio dentro del clóset de una señora en el momento en que llegó el marido"... Hay quienes hablan de "el México profundo", y lo hacen con admiración. Ese tal "México profundo", llamado también "México bronco", es, por ejemplo, el de los macheteros de Atenco, el de los rufianes de la APPO, el de los mal llamados "maestros" de la mal llamada Coordinadora. Si tal es el México profundo debemos repudiar su profundidad. La violencia y la ilegalidad son algunos de los peores males entre los males peores que tienen a nuestro país en la postración. A la justicia no se llega por el desorden, y ese tal "México bronco" se finca en la anarquía, la irresponsabilidad, la falta absoluta de conciencia cívica y el desprecio al derecho de los demás. Quienes forman parte de ese lamentable México son gente que no trabaja, acostumbrada como está a sacar adelante sus pretensiones ejerciendo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR