La política, cosa de hombres

AutorMara Muñoz

Ante la mirada de autoridades electorales, militantes y órganos internos de control, los partidos le han dado "la vuelta" al llamado sistema de cuotas, el cual establece a nivel federal que ningún género debe exceder el 70 por ciento en el registro de candidaturas a senadores y diputados.

Como consecuencia, en la elección del 2 de julio del 2006, el porcentaje de mujeres electas fue a la baja: en el Senado disminuyó más de dos puntos porcentuales con relación al 2000 y en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) cayó nueve puntos en comparación con la elección del 2003.

A pesar de que los tres principales partidos -PAN, PRD, PRI-, consideran esta acción afirmativa en sus estatutos, sólo 3.6 por ciento de los gobiernos municipales es encabezado por mujeres.

"En las elecciones del 2006, en los tres principales partidos, hubo un decremento en las candidaturas femeninas", comenta Magdalena Huerta García, autora del libro Mujeres Legisladoras en México: avances, obstáculos, consecuencias y propuestas. Considerando a los candidatos de los tres principales partidos, Huerta García analiza que de la elección del 2003 a la del 2006, las mujeres candidatas disminuyeron 1 por ciento en el PRI, 3 por ciento en el PAN y 9 por ciento en el PRD.

En la pasada contienda electoral la Alianza por México, conformada por el PRI y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), incumplió con la cuota de género al registrar un 27.3 por ciento de mujeres.

El incumplimiento se debió a dos razones. La primera se originó debido a que, en tres distritos electorales, esta Alianza acreditó, mediante publicación de listas o algún documento oficial, a tres hombres como propietarios de fórmula. Posteriormente, ante el Instituto Federal Electoral (IFE), la Alianza por México registró a tres mujeres como propietarias y a los supuestos propietarios varones como suplentes.

Los hombres "agraviados" presentaron una impugnación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ostentando como pruebas las publicaciones y los documentos que la Alianza les había proporcionado previamente. La solicitud era sobre la restitución de sus derechos políticos. Así, el Tribunal dictó sentencia a favor de invertir las fórmulas: las mujeres propietarias pasaron a ser suplentes y los hombres suplentes se convirtieron en propietarios.

En Mujeres Legisladoras en México, Magdalena Huerta señala que la segunda causa se refiere a la renuncia de siete candidatas propietarias de mayoría relativa con suplente varón que ya habían sido registradas ante el IFE. En el procedimiento de registro, esta coalición cumplió formalmente con la cuota de género y evitó la sanción contemplada en la ley electoral, que puede ser la negación de registro de sus candidatos.

Tras la renuncia de las candidatas, la Alianza solicitó las sustituciones sabiendo que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) señala que ésta sólo procede en caso de muerte o incapacidad permanente. Así, se cancelaron las candidaturas propietarias que cumplían con la cuota, y sólo quedaron registrados los suplentes varones: si la Alianza por México hubiera triunfado en esos distritos, estos suplentes hubieran sido diputados.

"Queda registrado, una vez más, el incumplimiento del artículo 175-A del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, por parte de la Alianza por México, sin que esta autoridad (IFE) desprenda del mismo acción alguna para cumplir con la legalidad", expuso en cesión del Consejo General del IFE la consejera Alejandra Latapí.

Sin embargo, el argumento del consejo que dio paso a negar la solicitud del cumplimiento de la cuota de género fue que existía una sentencia del tribunal que ordenaba la cancelación de las candidaturas propietarias y la permanencia de las suplentes. "Si la Cuota de Género se cambia es porque el Tribunal Electoral así lo decidiera; si el tribunal considerara relevantes los argumentos que pone hoy la Consejera Electoral Alejandra Latapí, así lo hubiera manifestado dentro de su propia sentencia (sic)", concluyó el consejero Marco Antonio Gómez Alcántar.

Los estatutos internos del PRI consideran la paridad de género. Estatutariamente es el partido más avanzado, pero en los hechos, desde la elección del 2003 en que la cuota fue obligatoria, su malabarismo jurídico ha levantado "suspicacias" entre los académicos expertos, no así entre las autoridades.

En el 2003, el PRI también compitió en Alianza con el PVEM. De las 300 candidaturas de mayoría, 97 fueron para la "Alianza para Todos" y 203 sólo para candidatos del PRI. Ante el IFE, el PRI notificó que de las 203 candidaturas que le...

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